Las Naciones Unidas (ONU) calcularon que más del 20 por ciento de la población de África ó 278 millones de personas, pasan hambre. En la región del Sahel, alrededor de 18,7 millones sufren de inseguridad alimentaria aguda, 5,6 millones más que en junio de 2022. El secretario general de la mayor organización internacional, António Guterres, indicó que los países más afectados son Burkina Faso, Níger y Nigeria.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés) advirtió que la crisis humanitaria en la región del Cuerno de África resulta cada vez más difícil de controlar. Las estimaciones muestran que unos 5,1 millones de niños en Etiopía, Kenia y Somalia padecen de desnutrición aguda severa, con consecuencias impredecibles para su desarrollo y bienestar.
Según expertos, las heridas infligidas por la pandemia del Covid-19 y la subida generalizada de los precios de la energía y los cereales ocasionada por el conflicto en Ucrania se suman a causas a largo plazo de la inseguridad alimentaria en África.
Bio Goura Soulé, especialista en agricultura de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), precisó que tras alcanzar una cifra histórica en marzo de 2022, los precios mundiales de los alimentos cayeron a finales de año, después de la reanudación de las exportaciones de grano ucraniano a través del Mar Negro.
Como resultado, África ha evitado el riesgo de hambruna generalizada. Sin embargo, el encarecimiento continuo de los fertilizantes podría afectar la producción agrícola en 2023. Según Soulé, es poco probable que la escasez de alimentos en África pueda resolverse rápidamente, especialmente porque la mayoría de los países urgidos de ayuda alimentaria se encuentran en esta zona.
El cambio climático también constituye una de las causas que oscurece el panorama de la seguridad alimentaria en África. El WFP señaló que tres temporadas consecutivas de lluvias por debajo del promedio han llevado a un deterioro continuo de la seguridad alimentaria en la región del Cuerno de África. También advirtió que se considera probable que llueva por debajo del promedio durante la estación de lluvias de marzo a mayo de 2023.
Entretanto, el prolongado conflicto limita las actividades de las organizaciones humanitarias. Según la Oficina de la ONU para África Occidental y el Sahel, los disturbios siguen aumentando en gran parte de ambas regiones desafiando la determinación de las fuerzas de seguridad nacionales y los socios internacionales.
Desde mediados de 2021 hasta la fecha, WFP más que ha duplicado las entregas humanitarias a las zonas afectadas por la sequía en la región del Cuerno de África, de cuatro millones a más de 8,8 millones de personas beneficiadas cada mes. Sin embargo, las necesidades humanitarias continúan superando la capacidad de ayuda. África tardará muchos años en recuperarse por completo de las recientes crisis ocasionadas por la inseguridad alimentaria.
De acuerdo con los expertos, África tiene un potencial enorme para cubrir sus propias necesidades alimenticias. Sin embargo, el presidente de Senegal, Macky Sall, afirmó que el Continente Negro enfrenta una paradoja, pues la mayor parte de los alimentos consumidos son importados, mientras el 60 por ciento de tierra cultivable no es explotada.
En la reciente Cumbre sobre la Alimentación de África celebrada en Senegal, los socios de desarrollo se comprometieron a aportar 30 mil millones de dólares para ayudar a África a aumentar la capacidad de producción y superar la actual crisis. El secretario general de la ONU calificó de “fundamental” la transformación del sistema alimentario para reducir la pobreza, fomentar el desarrollo sostenible y crear empleos en el continente.