La Comisión Electoral Nacional de Corea del Sur anunció en la mañana del 4 de junio que el candidato del Partido Democrático, Lee Jae Myung, fue elegido presidente al obtener el 49,42 por ciento del total de aproximadamente 35 millones de votos, mientras el representante del Partido del Poder Popular, Kim Moon Soo, ganó el 41,15 por ciento. La participación electoral alcanzó alrededor del 79 por ciento, el nivel más alto desde 1997.
En declaraciones a la prensa después de confirmada su victoria electoral, Lee Jae Myung agradeció la decisión del pueblo y se comprometió a hacer todo lo posible para estar a la altura de las expectativas de los votantes.
Ante el político de 62 años, el vigésimo primer propietario de la Casa Azul, se alzan numerosos desafíos. En primer lugar, la situación política y social se ha visto profundamente dañada y dividida en los últimos seis meses, desde que el expresidente Yoon Suk Yeol declarara la ley marcial y posteriormente fuera sometido a un juicio político y destituido.
En su discurso de asunción del cargo, Lee Jae Myung destacó que no olvidará la responsabilidad del presidente de unir al pueblo y cumplir la misión de restaurar la democracia, donde los ciudadanos sean respetados, convivan y cooperen entre sí.
Durante su campaña electoral prometió llevar a cabo varias reformas políticas, como restringir el poder del presidente para declarar la ley marcial y modificar la Constitución para permitir la reelección presidencial por dos mandatos de cuatro años en lugar de uno de cinco. También aseguró que no tomaría represalias políticas contra sus oponentes.
En el ámbito económico, el nuevo presidente surcoreano garantizó que abordaría los desafíos urgentes desde el primer día de su mandato.
La cuarta economía más grande de Asia, que depende en gran medida de las exportaciones, se ve sacudida por las medidas de aumento arancelario desde Washington, su principal socio comercial y aliado. Los aranceles impuestos por Estados Unidos están golpeando fuertemente a las industrias automotriz y siderúrgica, sectores clave de Corea del Sur.
La tarea más urgente del nuevo presidente de Corea del Sur, Lee Jae Myung, es lograr un acuerdo comercial con su homólogo estadounidense, Donald Trump.
En su compromiso electoral, el presidente Lee Jae Myung también afirmó que elevará los subsidios para niños y jóvenes de hasta 18 años, apoyará los ingresos de los hogares agrícolas y reducirá las cuotas del seguro de pensiones para las parejas, con el objetivo de mejorar la vida de los ciudadanos.
Además, prometió flexibilizar las regulaciones legales para fomentar la innovación y apoyar a las pequeñas y medianas empresas. En particular, Lee Jae Myung se comprometió a desarrollar la economía nacional hasta alcanzar un liderazgo mundial, apoyado por un equipo de ministros seleccionados según un único criterio: la capacidad.
En el campo internacional, las relaciones intercoreanas se ponen en primer lugar. El nuevo presidente expresó su deseo de construir una península pacífica y estable, donde Corea del Sur y la República Popular Democrática de Corea (RPDC) pudieran coexistir y cooperar para encontrar un camino hacia la prosperidad común.
Destacó la importancia de reducir las tensiones en la península, y de mantener el objetivo de la desnuclearización. Se comprometió a reanudar el diálogo con la RPDC. Valoró las relaciones con China, el principal socio comercial de Corea del Sur, y se pronunció por el fortalecimiento de la alianza con Estados Unidos.
Mientras las grandes potencias vecinas como Rusia y China siguen implementando políticas exteriores firmes, Estados Unidos mantiene una actitud impredecible. El nuevo inquilino de la Casa Azul subrayó que fortalecer las relaciones con aliados y socios asiáticos como Japón y la Asean es la medida más segura y eficaz en la actualidad.
Lee Jae Myung, que no proviene de la élite ni sigue el camino político tradicional, ha superado numerosos obstáculos para convertirse en presidente de Corea del Sur.
Frente a los desafíos más grandes que se han presentado en casi tres décadas para un líder de la Casa Azul, el nuevo presidente Lee Jae Myung ha recibido la fuerte esperanza del pueblo surcoreano de devolver al país a la estabilidad y la prosperidad.
