Aparición de nuevas variantes del virus SARS-CoV-2: el peligro sigue acechando

Numerosos países se enfrentan a la amenaza de una nueva oleada de Covid-19, debido principalmente a la aparición de una serie de nuevas variantes del virus SARS-CoV-2. En este contexto, reforzar la vigilancia y la solidaridad, trabajar juntos para combatir la enfermedad y construir un sistema sanitario resistente son tareas que incumben a todas las naciones.
Virus SARS-CoV-2. (Fotografía: Reuters)
Virus SARS-CoV-2. (Fotografía: Reuters)

La constante evolución del virus SARS-CoV-2 amenaza con desencadenar nuevas oleadas de Covid-19 en cualquier momento.

La provincia canadiense de Ontario corre el riesgo de sufrir una nueva oleada de Covid-19 con numerosos casos nuevos. En una semana, la capital, Ottawa, ha confirmado 177 infecciones, 28 de ellas hospitalizaciones. Las autoridades locales han recomendado medidas de autoprotección como llevar mascarilla, completar el calendario de vacunación, mantener una distancia de seguridad con los demás, lavarse las manos con frecuencia y aislarse si se diagnostica la enfermedad.

La profesora Christina Pagel, del University College de Londres y miembro del Grupo de Asesoramiento Científico para Emergencias del gobierno británico, también advirtió recientemente del riesgo de una gran oleada de Covid-19 en el país europeo en septiembre de 2023, cuando los niños vuelvan al colegio y los adultos al trabajo tras las vacaciones de verano.

Mientras tanto, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos registraron un aumento del número de infecciones y hospitalizaciones por Covid-19.

Se considera que la aparición de las nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 con capacidad de propagarse rápidamente es el factor que provoca el aumento del número de ingresos hospitalarios.

Según expertos médicos israelíes, la variante BA.2.86 presenta más de 30 nuevas mutaciones. Aunque los científicos consideran poco probable que esta subvariante de Ómicron cause una ola de enfermedades graves y muertes porque numerosas personas ya tienen inmunidad al Covid-19 a través de la vacunación, recomiendan considerar con cautela el riesgo potencial de esta variante.

Durante casi cuatro años la pandemia de Covid-19 puso al descubierto las debilidades de los sistemas de salud mundiales, incluido el desigual el acceso a los servicios sanitarios. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) levantó la emergencia internacional por el Covid-19, su director general declaró recientemente que esta enfermedad no ha terminado y el mundo aún necesita herramientas para prevenirla, al tiempo que afirmó que todos los países tendrán igual acceso a estas herramientas.

Recientemente la OMS suscribió tres acuerdos con entidades de investigación de tecnología de vacunas anti-Covid-19 sobre la facilitación del intercambio de conocimientos en una plataforma global. La Alianza para las Vacunas evaluó que el hecho de que las organizaciones compartan tecnología en esa plataforma ayudará a poner los intereses y necesidades de las personas por encima de las ganancias de las empresas de producción e investigación farmacéutica.

En un esfuerzo por ampliar el acceso equitativo a los servicios de salud, el Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial ha pedido a los países ricos que renuncien a las regalías sobre las vacunas Covid-19. El Comité afirmó que esta pandemia sigue siendo un grave problema de salud pública con un impacto "catastrófico", particularmente en África, el sur de Asia y los grupos étnicos minoritarios.

De hecho, la lucha contra el Covid-19 en los últimos años ha demostrado que la acción coordinada de los países es el arma más eficaz para ayudar al mundo entero a derrotar la enfermedad.