Antes de que comenzara la cumbre, con una agenda repleta de temas de actualidad, el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pidió a los líderes de los países miembros "un espíritu de compromiso, responsabilidad colectiva y que antepongan los intereses y valores de la alianza".
Los analistas afirmaron que se trataba de una conferencia difícil y que podría alargarse más de lo previsto. Los problemas pendientes de la UE existían mucho antes de la reunión. El bloque también ha llevado a cabo muchos programas de trabajo para resolver los desacuerdos, pero no ha logrado ningún resultado innovador.
La cuestión financiera ha sido durante mucho tiempo un problema difícil para la UE, en el contexto de un presupuesto agotado debido a una serie de factores "resonantes" como la crisis económica, el gran plan de recuperación tras la pandemia de Covid-19, actividades de financiación para algunas necesidades como la migración, la competitividad tecnológica y la respuesta a las crisis.
La división siguió ensombreciendo la Cumbre. Aunque los líderes de los países de la UE finalmente acordaron iniciar negociaciones para admitir a Ucrania y Moldavia en el bloque, la cuestión presupuestaria no fue tan fácil. La UE fue incapaz de consensuar un plan presupuestario porque Hungría vetó la asignación de 55 mil millones de dólares de ayuda a Ucrania. Los líderes se vieron obligados a posponer la discusión sobre el presupuesto común para principios de 2024.
La cuestión financiera es desde hace tiempo un problema difícil para la UE, en el contexto de un presupuesto mermado debido a una serie de factores "resonantes", como la crisis económica, el gran plan de recuperación tras la pandemia de cólera de 1929, las actividades de financiación de algunas necesidades como la migración, la competitividad tecnológica y la respuesta a la crisis. El impacto del conflicto en Ucrania también ha llevado la inflación en Europa a máximos históricos.
La Comisión Europea (CE) propuso aumentar el presupuesto en 72 mil millones de dólares hasta 2027 en respuesta a los desafíos económicos y políticos. Al hacer esta sugerencia, la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, admitió que se trataba de una gran financiación y que es difícil llegar a un consenso de inmediato, en medio de los grandes déficits presupuestarios en los Estados miembros a causa de los conflictos.
La inmigración ilegal también es un tema destacado. Según la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, el número de entradas irregulares de migrantes a la UE en los primeros 11 meses de 2023 fue de 355 mil 300, un aumento del 17 por ciento respecto al mismo periodo de 2022 y la cifra más alta desde 2016.
La ola de inmigración ilegal tiene consecuencias importantes y es un desafío persistente para la UE, que requiere una respuesta común del bloque. En octubre, la UE alcanzó un nuevo Acuerdo sobre Migración y Asilo, con el apoyo de 22 de los 27 países miembros.
Sin embargo, según los analistas, será muy difícil para la UE implementar el documento por carecer de una voz común para compartir la acogida de inmigrantes. Polonia y Hungría critican que las decisiones de la UE se tomen según las reglas de la mayoría cualificada, no bajo el principio de consenso.
El conflicto entre Israel y las fuerzas de Hamás en este año también afecta a la UE. El experto Luigi Scazzieri, del Centro para la Reforma Europea. destacó que gestionar los conflictos en Ucrania y Oriente Medio es un esfuerzo difícil para la UE, puesto que ello supone dividir la atención y los recursos financieros. La división de los Estados miembros de la UE sobre la política hacia el conflicto entre Israel y Hamas afecta negativamente la reputación del bloque.
Con 27 países miembros, incluidos muchos con gran influencia a nivel mundial, los desacuerdos de la UE son inevitables. Sin embargo, estas diferencias aún pueden salvarse si los países anteponen los intereses comunes.
Mientras tanto, el riesgo de ataques terroristas regresa a la UE. Desde el estallido del conflicto entre Israel y Hamas, los incidentes contra judíos y musulmanes tienden a aumentar en varios países europeos. La comisaria de Asuntos Internos de la UE, Ylva Johansson, advirtió que la unión enfrenta un enorme riesgo de ataques terroristas antes de las vacaciones de Navidad, en medio del continuo conflicto en Oriente Medio.
Con 27 países miembros, incluidos muchos con gran influencia a nivel mundial, los desacuerdos de la UE son inevitables. Sin embargo, estas diferencias aún pueden salvarse si los países anteponen los intereses comunes. La opinión unificada de la UE y la creación de una base para realizar una acción común es extremadamente importante para el futuro y la reputación del bloque.