Ubicada entre Túnez, Malta y la isla italiana de Sicilia, Lampedusa es la puerta de entrada a Europa de quienes cruzan desde el norte de África. En menos de una semana, del 11 al 13 de septiembre, llegaron a Lampedusa unas ocho mil 500 personas en 199 embarcaciones, una cifra superior a la población permanente de la ínsula. Las autoridades de Lampedusa advirtieron de que la pequeña isla estaba sobrecargada de inmigrantes y pidieron más ayuda a la UE y al gobierno italiano para hacer frente a la incipiente situación migratoria.
Según el Ministerio del Interior italiano, han llegado al país unos 126 mil inmigrantes en lo que va del año, casi el doble que en igual lapso de 2022. Si se mantiene esta tendencia, los desembarcos se acercarán al máximo de unos 181 mil 500 registrado en 2016.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), afirmó que la situación en Lampedusa se ha tornado grave tras la oleada de migrantes y refugiados en los últimos días. El organismo llamó a activar el mecanismo regional creado para los procedimientos de desembarco y redistribución de quienes llegan a la UE por mar.
La cuestión migratoria es un gran desafío para el Gobierno italiano. Cuando asumió el poder en octubre de 2022, la administración de la primera ministra Giorgia Meloni se comprometió a resolver y ha hecho esfuerzos por mejorar las relaciones con Túnez, de donde proceden la mayoría de los barcos migrantes ilegales. En julio, Túnez y la UE firmaron un pacto para frenar el flujo de inmigrantes, pero sin resultados significativos.
Meloni instó a los países de la UE a coordinarse para hacer frente a desafíos comunes, en trance de tornarse incontrolables. La creciente presión obligó a Italia a buscar el apoyo de las Naciones Unidas. El viceprimer ministro y canciller italiano, Antonio Tajani, afirmó que es necesario desplegar medidas inmediatas y amplias para resolver la cada vez más grave situación de la migración irregular.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, enfatizó que la inmigración ilegal es un desafío para Europa y requiere una respuesta europea. Pidió los miembros de la UE que acojan refugiados para aliviar la carga que pesa sobre Italia. El Gobierno alemán anunció planes para reanudar la acogida de inmigrantes procedentes de Italia, pocos días después de suspender temporalmente la medida.
En el marco del programa voluntario de acogida de refugiados, una muestra de solidaridad de la UE, Alemania se comprometió a acoger a 3,5 mil inmigrantes indocumentados procedentes de países en situaciones particularmente difíciles en las fronteras del sur de Europa, incluida Italia. Hasta la fecha, Alemania ha recibido alrededor de mil 700 casos (incluidos más de mil provenientes de Italia) a través del "mecanismo voluntario de solidaridad" de Europa.
La prevención de la migración ilegal es un problema no sólo en Europa, sino también en muchas regiones del mundo. La emigración desordenada a lo largo de rutas peligrosas en las que operan contrabandistas sigue teniendo graves consecuencias, cuyo mayor coste son las vidas humanas. Si se gestiona mal, esta situación puede aumentar las divisiones dentro de la sociedad y entre comunidades.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirmó que más del 80 por ciento de las personas que migran de forma segura y ordenada sonn un poderoso motor del crecimiento económico. Sin embargo, la migración ilegal es un problema urgente que debe resolverse y requiere una estrecha coordinación entre países, organizaciones internacionales y comunidades.