Según trascendió, tras la incursión del ejército israelí estalló la violencia en Cisjordania. El 20 de junio, dos hombres armados del movimiento islamista Hamás abrieron fuego cerca del asentamiento de Eli, matando a cuatro israelíes.
A continuación se produjeron enfrentamientos entre colonos judíos y palestinos. Vídeos difundidos por Internet mostraban a ambas partes lanzándose piedras. Se declaró un incendio en un pueblo cercano al asentamiento de Shiloh, no lejos de Eli.
Consejo de Planificación Superior de Israel a cargo de la construcción en Cisjordania pareció "echar más leña al fuego" al aprobar un plan para construir miles de nuevas viviendas en asentamientos, incluidas más de 1.000 en Eli.
Según Peace Now, una organización que hace un seguimiento de la actividad de asentamientos de Israel, desde enero de 2023 esta nación autorizó la construcción de más de 13 mil casas en asentamientos, superando con creces el número de cuatro mil 427 con licencia en 2022.
En una fuerte declaración, un portavoz del secretario general de la ONU reiteró que los asentamientos son una violación del derecho internacional y de las resoluciones relacionadas de la organización.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ratificó que las partes en conflicto deben abordar los factores básicos que conducen a la violencia y esto requiere la voluntad política de todas las partes, incluidos Israel, Palestina y la comunidad internacional.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, advirtió de que la continua expansión de los asentamientos israelíes ha exacerbado las necesidades humanitarias, ha creado un pretexto para la violencia y el riesgo de confrontación y ha socavado el derecho de los palestinos a la autodeterminación. Esta actividad está obstaculizando los esfuerzos por lograr la coexistencia de dos Estados y una paz duradera y global en la región.
Según un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, los funcionarios estadounidenses desaprobaron la iniciativa israelí de avanzar en la construcción de asentamientos. Washington también consideró que estas viviendas son un obstáculo para una solución de dos Estados a la cuestión israelo-palestina. El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, instó al gobierno israelí a no socavar la perspectiva de la creación de un Estado palestino y advirtió de que la violencia pondría trabas a los avances en los acuerdos para normalizar las relaciones entre Israel y los países árabes.
Al expresar su preocupación por la situación violenta en Cisjordania, China enfatizó que la cuestión de la paz en Medio Oriente no se ha resuelto en más de medio siglo. En una reunión con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, el primer líder árabe recibido en Beijing en 2023, su homólogo chino, Xi Jinping, afirmó que la solución básica para la paz en Oriente Medio radica en el establecimiento de un Estado palestino independiente y soberano sobre la base de las fronteras de 1967 y con Jerusalén Oriental como su capital. China solicitó una mayor asistencia humanitaria a Palestina, además de mantener las negociaciones de paz.
Líderes israelíes y palestinos mantienen contacto para calmar la situación. En una llamada telefónica el 28 de junio a su par palestino, el presidente israelí, Isaac Herzog, enfatizó la importancia de la lucha contra el terrorismo, la incitación y el odio. Repudió los recientes ataques de “elementos radicales” contra palestinos inocentes.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, también sostuvo conversación telefónica con el titular del Ministerio de Interior de Palestina, Hussein Al-Sheikh, a quien reafirmó el compromiso de Tel Aviv de castigar de forma severa a quienes provoquen disturbios.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ratificó que las partes en conflicto deben abordar la causa raíz de la violencia y esto requiere la voluntad política de todas las partes, incluidos Israel, Palestina y la comunidad internacional. Israel necesita urgentemente revisar y restablecer su política y el cumplimiento del derecho internacional humanitario a fin de garantizar el orden y la seguridad pública en los territorios palestinos ocupados.