Presión al mercado de petróleo

La Unión Europea (UE) comenzó a prohibir la importación de combustibles refinados de Rusia, coincidiendo con  la imposición de precios máximos a estos productos por parte del Grupo de Países Industrializados (G7), la UE y Australia. La medida esta destinada a limitar los ingresos de Moscú, pero las sanciones impuestas por Occidente generan preocupación sobre las graves implicaciones para el mercado mundial del petróleo.
(Fotografía: Reuters)
(Fotografía: Reuters)

Tras la entrada en vigor desde diciembre de 2022 de la prohibición de las actividades rusas de transporte de petróleo por el mar, la UE, el G7 y Australia lograron un acuerdo sobre el tope aplicado a los precios de hidrocarburos de Rusia el 5 de febrero, en un nuevo esfuerzo de la UE y sus socios por presionar a Rusia debido al conflicto en Ucrania.

Dicha medida se aplica para los barcos de la UE que transportan productos petroleros de origen ruso, de empresas técnicas, financieras o de corretaje, como las compañías de seguros para los transportistas de petróleo refinado de Rusia. Las sanciones por infracciones pueden ser del cinco por ciento del ingreso total de una empresa.

Como tercer productor mundial de petróleo, tras Estados Unidos y Arabia Saudí, Rusia representa una parte importante del suministro de petróleo y juega un gran papel en la estabilidad del mercado. La producción rusa de petróleo alcanzó los 11,3 millones de barriles diarios (bpd) en enero de 2022. En comparación, Estados Unidos produjo 17,6 y Arabia Saudí 12. En consecuencia, las sanciones occidentales a Rusia crea inquietud sobre una escasez de energía en el futuro.

De acuerdo con el ministro de Energía de Arabia Saudita, príncipe Abdulaziz bin Salman, las sanciones, bloqueos y recorte de inversión provocarán una sola consecuencia: escasez de suministro de todo tipo de energía en un momento crítico.

La prohibición de la UE hace temer una alteración de las cadenas de suministro y del mercado del petróleo. La semana pasada, los compradores se apresuraron a llenar los almacenes europeos de gasóleo ruso y se espera que las compras de febrero sean las más elevadas del año.

De acuerdo con la compañía de análisis Vortexa, las importaciones de diésel de Europa han promediado 700 mil barriles por día desde principios de 2023, el nivel más alto desde marzo de 2021, ya que los clientes se apresuraron a acaparar antes de que la prohibición entrara en vigor.

Los analistas internacionales también consideran que la nueva sanción de la UE y la aplicación del precio máximo por Occidente podría conducir a una reasignación de los suministros de petróleo refinado. Según la Agencia Internacional de Energía, la capacidad de refinación aumentará significativamente en la segunda mitad de 2023, a medida que entren en funcionamiento nuevas plantas en Medio Oriente.

Algunos argumentan que cuando se aplique la nueva prohibición de la UE, el precio de gasolina y diésel aún se considera alto.

Por otro lado, Rusia advirtió que el mercado energético global se tornará más precario cuando la UE prohíba los productos petroleros rusos, pero Moscú está tomando medidas para proteger sus intereses contra los riesgos.

Algunos sostienen que, aunque se aplicara la prohibición, el precio de la gasolina y el gasóleo seguiría siendo alto. El suministro de gasóleo desde Estados Unidos y Oriente Medio podría bajarlo, pero la escasez persistirá a corto plazo.

La nueva medida de la UE causará algunas interrupciones, especialmente poco después de su implementación. Sin embargo, la búsqueda de fuentes alternativas de suministro desde los mercados europeos crea presión sobre los precios del petróleo.

De acuerdo con los especialistas, las sanciones occidentales al petróleo ruso puedan afectar a la economía mundial. Dichas medidas agravan la crisis energética, presionan al mercado petrolero y crean un riesgo de recesión a la economía mundial.