En la sede de la entidad encargada de la seguridad y las operaciones marítimas, los diplomáticos recibieron información sobre el Centro de Coordinación de Búsqueda y Rescate Marítimo. Con una zona de responsabilidad de 26 millones de kilómetros cuadrados, Chile opera un ecosistema integrado por cinco centros principales y once centros de apoyo.
El enfoque intersectorial de Chile y su capacidad de despliegue rápido en las labores de búsqueda y rescate resultaron de alto interés para los embajadores de la Asean. Los diplomáticos también conocieron el sistema de seguimiento de la entidad y de administración de actividades marítimas basada en tecnologías avanzadas, que procesan información en tiempo real, junto con un sistema de 650 faros distribuidos a lo largo de la costa chilena.
Viet Cuong señaló que la visita tiene lugar en el contexto del 20º aniversario del Acuerdo de la Asean sobre Gestión de Desastres y Respuesta a Emergencias, y apuntó que para los miembros de la Asean, con cerca de 700 millones de habitantes a lo largo de archipiélagos y corredores marítimos estratégicos, la seguridad marítima es un factor vital para la estabilidad y la prosperidad regionales.
Añadió que Chile, con más de 6 400 kilómetros de costa, acumula valiosas experiencias en armonizar la gobernanza marítima con el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente.
En el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico, los embajadores intercambiaron opiniones sobre el Sistema Nacional de Alerta de Tsunamis y los mecanismos de coordinación entre las unidades de monitoreo sísmico, observación en aguas profundas, procesamiento de datos y difusión de alertas.
Con más de 150 años de existencia, y como miembro de la Organización Hidrográfica Internacional desde 1921, el Servicio desempeña un papel fundamental en la seguridad marítima y la emisión de alertas de desastres para Chile. Los embajadores reconocieron la importancia de los sistemas de alerta temprana para ayudar a los países a prepararse mejor ante fenómenos naturales impredecibles.
La visita contribuyó a profundizar las relaciones entre las instituciones chilenas y el Comité de la Asean en Santiago, y sentó las bases para una cooperación más práctica en gobernanza marítima, gestión de riesgos de desastres y apoyo a las comunidades costeras.