La violencia armada parece ser una enfermedad sin cura en el país norteamericano. Existe un riesgo permanente de tiroteo en cualquier lugar, desde calles, tiendas, discotecas hasta plazas, salas de conciertos, centros comerciales y domicilios particulares, especialmente en las escuelas, un lugar que debería ser absolutamente seguro para el estudio de niños y jóvenes. Esta es la principal causa de muerte entre los niños y adolescentes estadounidenses, más que los accidentes de tráfico.
Estados Unidos registra cada día un promedio de 110 muertes por la violencia armada, una cifra mucho más alta que la de cualquier país. De acuerdo con el periódico USA Today, allí mueren por armas de fuego 12 de cada 100 mil personas, cuatro veces la tasa de Suiza, segundo en ese capítulo. Más de 50 tiroteos ocurrieron en la nación norteamericana solo en enero pasado.
Además, el resultado de una encuesta señalaba a Chicago y Filadelfia como las ciudades con mayor frecuencia de tiroteos. En esas ciudades, los jóvenes tienen más probabilidades de morir por arma de fuego que los soldados en Afganistán e Irak.
Tras el reciente tiroteo en la Universidad de Michigan, el presidente Joe Biden llamó a tomar acciones urgentes con el fin de prevenir la violencia armada y destacó que los tiroteos son las peores pesadillas para las familias.
El Congreso estadounidense logró un gran avance al aprobar un proyecto de ley de control de armas redactado por los dos partidos a mediados del año pasado y se considera un paso histórico en la lucha contra la violencia armada.
Esta es considerada una de las principales tareas que debe cumplir el presidente Biden en el resto de su mandato de cara a las elecciones de 2024.
Algunos creen que la profundización del racismo es una de las causas principales del creciente número de tiroteos. La Liga de Antidifamación de Estados Unidos, especializada en el monitoreo de organizaciones extremistas, publicó que los tiroteos masivos en el país en 2022 representaron la mayoría de los homicidios relacionados con el extremismo. Hasta el 80 por ciento de los asesinatos fueron cometidos por supremacistas blancos.
En diciembre de 2022 Biden creó un equipo interdisciplinario de coordinación de esfuerzos contra el extremismo y otras formas de prejuicio y discriminación.
Otra razón es la explosión del mercado de armas en Estados Unidos. La Administración de Seguridad en el Transporte confiscó en 2022 un número récord de 6 542 de armas de pasajeros en los controles de seguridad de los aeropuertos de todo el país. El ente recolecta un promedio de 18 armas de fuego por día.
Pese a tan preocupante realidad, cada vez más son más los estadounidense que poseen armas. Los problemas de salud mental de las personas durante el estallido de la pandemia de Covid-19 y la comunicación social limitada también se consideran parte de la causa.
La discrepancia por el control de armas data de muchos años en los Estados Unidos. Las controversias se entrecruzan en todos los ámbitos de la sociedad, desde círculos políticos, partidos hasta vecindarios. Los legisladores estadounidenses siguen divididos sobre cómo prevenirlo, pues si los demócratas piden un control de armas más estricto, los republicanos abogan por centrarse en la salud mental y la seguridad en lugares públicos.
Cualquiera que sea la solución, todos quieren revertir la “pandemia” de la violencia armada y traer una vida segura para ellos y la comunidad.