El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que un millón 700 mil personas en el planeta, un tercio de las cuales vive en la pobreza, encaran graves consecuencias de la interrupción del suministro de alimentos y energía. Destacó que el mundo enfrenta una "tormenta perfecta" que amenaza con devastar las economías de muchos países en desarrollo.
La pandemia de Covid-19, el cambio climático y la falta de recursos para financiar el proceso de recuperación en un contexto de creciente desigualdad, inseguridad energética y alimentaria, alta inflación, erosión del poder adquisitivo y reducción de las perspectivas de crecimiento, endeudaron a muchas economías.
Sri Lanka se declaró el 12 de abril en quiebra y no puede pagar su deuda externa, ascendente a 51 mil millones de dólares, y no tiene suficientes reservas de divisas para importar bienes esenciales.
El banco central del país surasiático invocó a los nacionales residentes en el extranjero a enviar dinero a sus coterráneos para ayudarlos a cubrir sus necesidades de alimentos y combustible durante la peor crisis económica desde 1948. Muchas estaciones de petróleo en la nación se quedan sin combustible, lo que provoca la paralización del transporte público.
La Compañía de Electricidad de Sri Lanka aumentó el tiempo de apagón diario a 13 horas, debido a la falta de petróleo para las plantas de energía térmica. A la vez, los propietarios de motocicletas solo pueden comprar hasta cuatro litros de gasolina y los conductores de automóviles solo 19,5 litros de gasolina o diésel.
En Sudán del Sur, la crisis humanitaria también empeora. Según la ONU, hasta el 75 por ciento de la población del país, unos nueve millones de personas, incluidos cuatro millones 600 mil niños, necesitan ayuda urgente para sobrevivir. Millones de menores y mujeres están severamente desnutridos. Se prevé que la inseguridad alimentaria se generalice y empeore por el cambio climático, los conflictos y la migración.
También se advirtió que hasta el 40 por ciento de la población de Somalia sufre hambre debido a la sequía, los altos precios de los alimentos y la falta de ayuda financiera. La hambruna está causando estragos en muchas regiones del país africano.
Según Guterres, desde los primeros días del conflicto en Ucrania se estableció un equipo de respuesta a la crisis global para alimentos, energía y finanzas. Para ayudar a los países a superar la crisis, el grupo destacó que es necesario asegurar un flujo estable de alimentos y energía a través de mercados abiertos, es decir, se deben levantar todas las restricciones innecesarias a las exportaciones y dejar de lado el proteccionismo.
Resaltó que este es el momento ideal para acelerar transformaciones históricas en la industria energética, como la eliminación gradual de los combustibles fósiles y el despliegue de energías renovables. En términos de finanzas, es necesario ayudar a los países en desarrollo a recuperar la estabilidad, impulsar de manera vigorosa las reformas, centrarse en apoyar a los gobiernos a evitar el incumplimiento, proporcionar redes de seguridad social para los pobres y vulnerables, así como mantener y mejorar las inversiones críticas para el desarrollo sostenible, agregó.
Al afirmar que la crisis multidimensional actual no puede ser resuelta separadamente por los países, el secretario general de la ONU pidió soluciones sistémicas globales. Y enfatizó en su mensaje: La acción de hoy evitará el sufrimiento de mañana. Un mundo justo y civilizado no puede permitir que los más vulnerables sean víctimas de un desastre por causas ajenas a ellos.