Riesgo de desaceleración económica y aumento del desempleo
Según la última encuesta mensual de Bloomberg entre 70 economistas, Estados Unidos (EE.UU.) experimentará una ralentización en el segundo trimestre, en un contexto marcado por la reducción del gasto de los consumidores y de la inversión empresarial, lo que conducirá a una recesión en la segunda mitad del año.
Luke Tilley, economista de Wilmington Trust Corp, afirmó que, a medida que las empresas se enfrenten este año a costes más elevados y a la limitación del crédito, la reducción del capital de inversión y del empleo conducirá a una leve recesión en la segunda mitad del año. Según los expertos consultados, el riesgo de una recesión económica en EE.UU. en 2024 es del 65 por ciento.
Mientras tanto, un reciente informe del Departamento de Trabajo mostró que el índice de precios a la producción subió en abril un 2,3 por ciento, la cifra más baja desde enero de 2021, tras el 2,7 por ciento de marzo. Junto con ello, el número de solicitudes semanales de subsidio por desempleo ha alcanzado las 264 mil.
Los analistas temen que esa cifra sea señal de un aumento de los despidos, especialmente en sectores como el tecnológico, el inmobiliario y el financiero. Según la agencia de calificación crediticia Moody's, el plan propuesto por el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, que permitiría elevar el techo de la deuda pública a cambio de un recorte presupuestario, frenará el crecimiento y agravará la pérdida de empleos.
De aprobarse ese plan, el crecimiento del PIB estadounidense en 2024 perdería 0,6 puntos porcentuales, se eliminarían 780.000 puestos de trabajo y el desempleo subiría al 4,6 por ciento, desde el 3,5 por ciento del pasado marzo.
Jeff Tucker, economista de la firma estadounidense de mercado tecnológico inmobiliario Zillow, evaluó que un impago de EE.UU. tendría efectos sin precedentes en el sistema financiero, aumentando drásticamente el coste de los préstamos e impulsando a la baja las ventas de viviendas. Según el análisis de Zillow, si Estados Unidos incumple el pago de la deuda a largo plazo, los tipos de interés se dispararían hasta un máximo del 8,4 por ciento, y el desempleo aumentaría hasta un máximo del 8,3 por ciento desde el 3,4 por ciento.
"La guerra del techo de la deuda pública" aún no tiene fin
El límite de la deuda pública estadounidense suele tener que ajustarse periódicamente, pero persisten los desacuerdos entre demócratas y republicanos sobre el límite de endeudamiento. El Presidente Joe Biden exigió elevar el techo de la deuda sin condiciones, mientras que los republicanos insisten en que tal medida vaya acompañada de un drástico recorte del gasto.
Anteriormente, la Oficina Presupuestaria del Congreso estadounidense predijo que el país podría incurrir en impago de su deuda el 15 de junio si los legisladores no llegan a un acuerdo con Biden para elevar los actuales límites de gasto público. Durante semanas, responsables políticos, funcionarios bancarios y la Casa Blanca advirtieron del riesgo de impago, que produciría una recesión económica y afectaría a las finanzas de todo el mundo.
La Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, advirtió: "Un impago pondría en peligro los avances que tanto nos ha costado conseguir en los últimos años en nuestra recuperación de la pandemia. Y desencadenaría una recesión mundial que nos haría retroceder mucho más. También podría socavar el liderazgo económico mundial de Estados Unidos y plantear dudas sobre nuestra capacidad para defender los intereses de seguridad nacional."
Yellen había anunciado anteriormente que mantendría conversaciones privadas con los consejeros delegados para advertirles de los riesgos derivados del techo de deuda. Los funcionarios del Gobierno también pidieron a los líderes empresariales que presionen a los republicanos del Congreso para que eleven el techo de la deuda sin condiciones.
Pese a los retos y el riesgo del estallido de la "bomba de la deuda", el presidente Biden cree que su país puede evitar el riesgo de incumplimiento y dijo a periodistas en la Cumbre del G7 celebrada el 20 de mayo en la ciudad japonesa de Hiroshima: “Todavía creo que podremos evitar un incumplimiento y haremos algo decente”.
Biden se vio obligado a interrumpir su viaje a Asia-Pacífico para volver a Washington a negociar el techo de la deuda con los republicanos. Históricamente, el bipartidismo estadounidense ha tenido duros enfrentamientos en las negociaciones sobre el aumento del techo de la deuda pública, pero por regla general éstas terminan "felizmente" en el último minuto porque las partes anteponen el interés nacional.
Esperemos que antes de la "hora del impago" del 15 de junio, los demócratas y republicanos vuelvan a encontrar una voz común sobre el tema de elevar el techo de la deuda pública. De ser así, EE. UU. se libraría de la ansiedad del incumplimiento para recuperar el ritmo del crecimiento y, en consecuencia, la economía global también evitará un shock innecesario por la bomba de la deuda de EE. UU.