Industria aérea mundial ante nuevos desafíos y expectativas

 El sector aéreo mundial registrará unos beneficios netos de 9.800 millones de dólares en 2023, según las últimas previsiones de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA). Sin embargo, los expertos siguen preocupados por los factores que obstaculizan la recuperación del sector, como las interrupciones de vuelos por escasez de mano de obra y las cadenas de suministro afectadas por crisis y conflictos.
Foto de ilustración.
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La Reunión General Anual de la IATA, celebrada del 4 al 6 de este mes en Estambul, Turquía, se centró en debatir medidas destinadas a evitar el caos y la interrupción en los vuelos, como ocurrió el año pasado, así como la indemnización a los clientes.

Tras un largo período de estancamiento debido a la pandemia del Covid-19, la industria aeronáutica mundial encontró en 2023 la “luz al final del túnel”. La IATA espera que este año las ganancias operativas del sector asciendan a 9,8 mil millones, frente a las pérdidas de 3,6 mil millones del anterior.

Según expertos de la empresa de consultoría, marketing comercial y turismo PC Agency, el tráfico aéreo global ha alcanzado niveles récord después de tres años de férreas restricciones por el Covid-19. Tan solo el mes pasado, una serie de aerolíneas declararon haber vuelto a obtener beneficios gracias a la vigorosa reanudación del tráfico de pasajeros.

La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair ingresó 1,4 mil millones de euros en su último ejercicio fiscal (del 1 de abril de 2022 al 31 de marzo de 2023) y atribuyó estos resultados a la sólida recuperación del tráfico, un aumento del 13 al 14 por ciento con respecto a los niveles anteriores a la pandemia.

A su vez, la aerolínea emiratí Emirates registró un beneficio récord de 2,9 mil millones en su año fiscal 2022-23. El fuerte resurgimiento de la empresa se debe a la avalancha de turistas extranjeros tras el levantamiento de las medidas restrictivas frente al Covid-19 en ese territorio.

A pesar de las perspectivas brillantes de crecimiento de la industria aérea mundial, muchos expertos mostraron su preocupación por los factores de riesgo, incluida la interrupción en el control del tránsito aéreo en Europa y Estados Unidos a causa de una crisis de personal.

Las compañías aéreas, por otro lado, están bajo una enorme presión para cumplir la meta de cero emisiones netas para 2050. La aviación se ha mostrado como uno de los sectores más difíciles de descarbonizar.

El Departamento de Transporte de Estados Unidos anunció recientemente un presupuesto de 117 millones de dólares, solo para la contratación y capacitación de nuevos controladores aéreos para el próximo año, con el objetivo de reforzar la plantilla de unos mil 500 empleados reclutados en 2023. La oleada de huelgas de trabajadores también representa un desafío importante cuando la alta inflación continúa afectando la vida de las personas.

A finales de abril de 2023, los aeropuertos de las ciudades alemanas de Düsseldorf, Hamburgo y Colonia quedaron paralizados por huelgas, afectando a cerca de 100 mil pasajeros. El conflicto entre viajeros y compañías aéreas también ha caldeado el ambiente en torno a las indemnizaciones a los clientes.

Canadá está revisando las normas para obligar a las compañías aéreas a compensar a los pasajeros, mientras el Gobierno estadounidense prepara una nueva regulación al respecto. Por su parte, la Unión Europea (UE) sigue reforzando las normativas de compensación si el retraso del vuelo supera las tres horas.

Cabe destacar que el Viejo Continente preconiza la búsqueda de "soluciones verdes" para reemplazar los vuelos de corta distancia. A principios de 2023, Francia cerró tres rutas aéreas domésticas para reducir las emisiones.

En 2020, el Gobierno austriaco puso en marcha una tasa de 30 euros para todos los vuelos de menos de 350 kilómetros que salgan de aeropuertos nacionales. España también elaboró una hoja de ruta para reducir los vuelos de menos de dos horas y 30 minutos de aquí a 2050. Otros riesgos son el incierto crecimiento económico mundial, el elevado coste del combustible y las interrupciones de la cadena de suministro debidas al conflicto en Ucrania.

Al igual que otros sectores, la aviación mundial se enfrenta a oportunidades y retos paralelos en el camino hacia la recuperación y el desarrollo.

Sin embargo, frente a los riesgos potenciales, el Director General de la IATA, Willie Walsh, sigue confiando en que las aerolíneas puedan capear con firmeza el periodo de máxima afluencia de viajeros en el próximo tiempo gracias a la experiencia adquirida al hacer frente a este problema el verano pasado.