Los turcos tienen grandes esperanzas en los cambios que prometió el gobernante sobre un futuro mejor para la nación.
A los expertos políticos internacionales no les sorprendió la victoria de Erdogan porque las encuestas mostraban que la mayoría de los turcos confiaban en el actual presidente para dirigir el país.
Erdogan lleva 20 años al frente de la nación, como presidente desde 2014 y como primer ministro de 2003 a 2014. Bajo su mandato, la economía turca creció significativamente y se convirtió en la 18ª mayor del mundo. La tasa de pobreza se ha reducido casi a la mitad.
La política exterior soberana del país, estrechamente vinculada al liderazgo del mandatario, cuenta con un amplio apoyo del pueblo turco. En los últimos años, el prestigio y la posición de este país euroasiático en la escena internacional han aumentado.
Turquía ha mantenido una relación equilibrada con las demás potencias del mundo como uno de los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Además, cumple un activo papel de constructor de soluciones y mediador en muchas crisis en el Medio Oriente, África, o el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Pero una serie de desafíos internos y externos se cernirá sobre el nuevo mandato del presidente Erdogan. La recuperación económica es la principal preocupación de los residentes turcos en medio de los retos provocados por la recesión, que repercuten en todos los ámbitos de la vida. La inflación ha sido galopante, mientras que el valor de la lira y las reservas de divisas cayeron a un mínimo histórico.
Tras el terremoto de febrero, las labores de reparación siguen siendo un caos. El Presidente declaró que la expansión económica y la reducción de la inflación serán sus prioridades clave en el discurso donde celebró su victoria en las elecciones.
Inmediatamente después de conocidos los resultados de los comicios, dirigentes de países, de Naciones Unidas y de organizaciones internacionales enviaron felicitaciones a Erdogan. La comunidad internacional sigue de cerca las elecciones en Turquía debido a la creciente influencia de Ankara en diversos asuntos.
Los analistas predijeron que en su nuevo mandato Erdogan mantendrá una política exterior equilibrada entre las potencias, buscará mejorar los nexos con los países occidentales y normalizará las relaciones con las naciones de la región para crear un entorno estable y propiciar el alcance de los objetivos de desarrollo económico.
La reelección del mandatario turco marcó un inmediato viraje en los lazos diplomáticos entre Turquía y Egipto.
En un diálogo telefónico para felicitar a su homólogo, el presidente egipcio, Abdel-Fattah El-Sisi abogó por mejorar las relaciones diplomáticas bilaterales e intercambiar embajadores. Los mandatarios reafirmaron los profundos lazos históricos que unen a los dos paísesy coincidieron en fortalecer los nexos bilaterales y en eliminar las diferencias que habían llevado a los dos países a romper relaciones diplomáticas.
Es la primera vez que Turquía celebra una segunda ronda de elecciones presidenciales, pero los sondeos daban a Erdogan como un claro ganador teniendo en cuenta su ventaja en los primeros y que la mayoría de los turcos lo creen capaz de realizar los grandes cambios que demanda el país.
Erdogan calificó a los comicios como el evento más significativo en Turquía en la era moderna y uno de los acontecimientos más importante del mundo en 2023. Al llamar a la unidad a todo el pueblo turco, expresó su confianza en que el país cambiará totalmente y que el futuro del pueblo turco se verá de otra manera.