Esfuerzos de Estados Unidos por estabilizarse tras el "shock bancario"

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dijo el lunes pasado que el sistema financiero del país sigue siendo seguro, en medio de temores sobre el impacto de una serie de quiebras bancarias. No solo las autoridades estadounidenses deben intervenir para evitar un mal escenario, sino que otros países también están siguiendo de cerca los acontecimientos en el país para garantizar la estabilidad de los mercados financieros.
Foto de iustración. (Fuente: Reuters)
Foto de iustración. (Fuente: Reuters)

El viernes pasado, el Silicon Valley Bank se convirtió en el mayor banco de EE.UU. en quebrar desde la caída del Washington Mutual en 2008, en plena crisis financiera mundial. El colapso del prestamista tecnológico estadounidense ocurrió en pocas horas y los clientes se apresuraron a retirar sus depósitos. La Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) fue nombrada como depositario de los fondos del SBV.

Según la FDIC, los clientes con seguro de depósito podrán retirar todos sus ahorros. La entidad señaló que el 89 por ciento de los 175 mil millones de dólares depositados en el banco no estaban asegurados a fines de 2022.

Para resolver la cuestión, la FDIC prometió encontrar una manera de vender los activos del SVB para pagar dividendos a los clientes con depósitos no garantizados. También ha trabajado con la Reserva Federal de EE. UU. (FED) para crear un fondo que permita preventivamente respaldar depósitos de los bancos luego del derrumbe del SVB, a fin de evitar una crisis financiera.

Para tranquilizar a los depositantes y calmar los mercados financieros, Biden afirmó que los estadounidenses pueden "tener confianza" en la solidez del sistema bancario. También pidió al Congreso y a los reguladores bancarios que refuercen las reglas para los bancos, de modo que sea más improbable la repetición de este tipo de quiebra bancaria.

Según el mandatario estadounidense, el gran rescate realizado durante la crisis financiera de 2008 no se encuentra entre las medidas de intervención de su administración. La Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) monitoreará la estabilidad del mercado para identificar y castigar cualquier irregularidad que amenace a los inversores durante este período incierto, aseguró.

El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, evaluó que el colapso del SVB no representa un riesgo significativo de contagio para los mercados bancarios de Europa.

A su vez, los ministros de Finanzas de Francia y Bélgica descartaron un efecto contagio tras la quiebra del BSV, señalando que el modelo de negocio bancario europeo es muy diferente al estadounidense. Los expertos también valoraron de manera positiva la amplia y diversificada liquidez de los bancos europeos.

En Asia, el ministro de Economía y Finanzas de Corea del Sur, Choo Kyung-ho, indicó que la caída del SVB tendrá un impacto limitado a nivel mundial, a pesar de haber causado turbulencias en los mercados financieros. Informó que el gobierno surcoreano fortalecerá el monitoreo de desarrollos relacionados y trabajará con las empresas privadas para proporcionar un mecanismo de respuesta.

El portavoz adjunto del gobierno de Tailandia dijo que el colapso bancario en EE.UU. casi no tiene impacto en la economía de ese país, porque las instituciones financieras tailandesas tampoco realizaron transacciones a través de los bancos antes mencionados.

Las garantías ofrecidas por las autoridades estadounidenses ayudaron a enfriar temporalmente la atmósfera de pánico en Silicon Valley. El hecho de que los reguladores bancarios garantizaron que los clientes en SVB tendrán acceso a sus depósitos ha aliviado la ansiedad de las nuevas empresas.

Sin embargo, quedan muchas preguntas abiertas sobre el clima financiero tras el colapso bancario en EE.UU., ya que el SVB ha sido un prestamista clave entre las compañías emergentes de ese país desde la década de 1980.

El pánico inversor generado tras el incidente del SVB ha provocado el desplome de los mercados bursátiles tanto en EE.UU. como en Europa y Asia y ha atrapado miles de millones de dólares depositados por los start-ups e inversores.

Preocupado por el efecto dominó, el Fondo Monetario Internacional dijo que está monitoreando los acontecimientos y las posibles implicaciones para la estabilidad financiera, y tiene plena confianza en que los responsables políticos de EE.UU. están tomando medidas adecuadas para hacer frente a la situación.