En un momento en que las crisis han llevado las normas de cooperación internacional al límite, el evento constituye una ocasión para que los líderes mundiales consoliden la solidaridad y reafirmen los valores y ventajas del multilateralismo.
Se espera que al evento asistan casi 150 mandatarios y otros altos dirigentes, así como miles de funcionarios de los 193 Estados miembros de la ONU. El evento coincide con una situación mundial turbulenta, marcada por numerosos desafíos convencionales y emergentes, como conflictos, divisiones, desigualdad, pobreza, injusticia, inmigración, hambre y unas amenazantes cotas de cambio climático.
Los conflictos continuos y en aumento se ciernen sobre muchas partes del mundo. La desigualdad se expande y los graves impactos del cambio climático y los riesgos originados por el desarrollo de la ciencia y la tecnología, especialmente los de la inteligencia artificial, que escapan al control humano, se consideran "desafíos de la era".
El mundo no puede solucionar esas crisis a través de las acciones de cada país por separado. Tales cuestiones requieren la cooperación y la responsabilidad compartida de la comunidad internacional y de todos los Estados miembros de la ONU.
En tal sentido, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres llamó a los líderes mundiales a convertir los compromisos en acciones durante la Semana de Alto Nivel con sede en Nueva York.
El jefe de la mayor organización multilateral del planeta opinó que ese evento no debe considerarse una “Copa Mundial de la diplomacia” a la que se acude para anotar un gol. Instó a realizar acciones destinadas a buscar soluciones a los acuciantes problemas a los que se enfrenta la comunidad internacional.
En un contexto en que los conflictos en Gaza, Ucrania, Sudán y otras regiones se cobran la vida de miles de personas y causan pobreza y enfermedades, el tema de la magna cita se centra en las cuestiones de la paz, el clima, la innovación creativa de manera responsable, la igualdad de género, la financiación al desarrollo y la reforma de las Naciones Unidas.
Entre los temas clave de la agenda se encuentran la adopción de medidas urgentes para poner fin a las guerras y la presentación de planes nacionales más contundentes para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C, como establece el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático.
Guterres también anunció el lanzamiento de un diálogo global sobre la gobernanza de la inteligencia artificial, con el objetivo de garantizar que el desarrollo tecnológico se centre en el beneficio humano.
Como principal órgano de formulación de políticas de las Naciones Unidas, se espera que la 80ª sesión de la Asamblea General contribuya a impulsar la reforma de la organización hacia un modelo más ágil, eficaz, transparente y capaz de responder mejor a las necesidades globales.
La reforma del funcionamiento de la Asamblea General es fundamental para mejorar la eficacia operativa de la ONU y aumentar su capacidad de responder a los crecientes desafíos globales. Las medidas de reforma deben alinearse con la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional, y los esfuerzos por promover el multilateralismo y la cooperación internacional, evitando la politización y la confrontación.
Al incorporar los temas globales más urgentes a la agenda oficial, se espera que la 80ª sesión de la Asamblea General de la ONU se convierta en una plataforma práctica para impulsar políticas e imprimir un nuevo impulso a la acción conjunta. Las iniciativas y planes presentados en la UNGA-80 deben inspirarse en el espíritu de ir más allá de los compromisos verbales y pasar a la acción.
En un contexto en el que la confianza en las instituciones globales desciende y el sistema multilateral se enfrenta a desafíos sin precedentes, se espera que la UNGA-80 abra nuevas perspectivas hacia un orden internacional más justo y eficaz, y contribuya a crear una ONU más dinámica y adaptada a los retos de nuestra era.