El acuerdo preliminar, que aún debe ser ratificado oficialmente por el Consejo Europeo y el PE, es un importante paso en los esfuerzos por encontrar una solución común e integral al problema migratorio del continente. España, que ostenta la presidencia rotativa del Consejo de la UE, afirmó que se alcanzó un acuerdo político sobre cinco aspectos del nuevo Tratado de Migración y Asilo de la UE.
Las reformas incluyen acelerar la detección de inmigrantes ilegales, establecer centros de detención en zonas fronterizas, impulsar la deportación de solicitantes de asilo rechazados y establecer un mecanismo de solidaridad para reducir la presión sobre los países del sur del continente.
Problema irresoluble
La UE se enfrenta a un número cada vez mayor de migrantes y solicitantes de asilo indocumentados. Desde principios de año hasta finales de noviembre, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas de Frontex, registró más de 355 mil cruces irregulares de las fronteras del bloque, 17 por ciento más que en el mismo período de 2022 y la cifra más alta desde 2016. El mayor incremento se registró en la ruta de África Occidental a las Islas Canarias de España, donde este número se duplicó a 32 mil 422.
Mientras tanto, las llegadas irregulares a la UE a través de la ruta de los Balcanes Occidentales y la frontera terrestre oriental disminuyeron 28 y 10 por ciento, respectivamente. Según la Agencia de Asilo de la UE, el número de solicitantes de asilo podría alcanzar el millón este año.
La ruta del Mediterráneo Central, que conecta el Norte de África con Italia, sigue siendo la ruta de migración ilegal más transitada en 2023, con 152 mil 211 casos reportados por el país en los primeros 11 meses, una subida del 61 por ciento en comparación con el mismo período de 2022 y el más alto desde 2016. Esta ruta conecta Libia, Túnez, Guinea y Costa de Marfil con Italia.
Frontex advirtió que sus cifras están incompletas porque sólo incluyen a los inmigrantes procesados por las autoridades y no a los que entraron en la UE sin ser detectados. La mayoría de los inmigrantes proceden de Siria, Guinea y Afganistán. Ante el aumento significativo del número de inmigrantes ilegales, algunos Estados miembros de la UE han tenido que reimponer temporalmente estrictos controles fronterizos en zonas donde la circulación es libre.
Compartir la carga
El contenido de la reforma del acuerdo recién alcanzado se basa en una propuesta presentada por la Comisión Europea (CE) hace tres años, según la cual el primer país de la UE al que entran los solicitantes de asilo debe asumir la responsabilidad de su situación. Sin embargo, para apoyar a las naciones de primera línea frente al problema, como las mediterráneas de Italia, Grecia y Malta, se estableció un mecanismo de solidaridad para compartir su carga.
Esto significa que otros países de la UE acogerán a un cierto número de inmigrantes o proporcionarán ayuda financiera si se niegan a aceptarlos. Además, también se acelerará el proceso de selección y pruebas para los solicitantes de asilo para que los migrantes que no cumplan con los estándares puedan ser repatriados o devueltos rápidamente a los puntos de tránsito.
La ruta del Mediterráneo Central, que conecta el Norte de África con Italia, sigue siendo la ruta de migración ilegal más transitada en 2023, con 152 mil 211 casos reportados por el país en los primeros 11 meses, una subida del 61 por ciento en comparación con el mismo período de 2022 y el más alto desde 2016.
La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, acogió con satisfacción el nuevo acuerdo de la UE, destacando que garantizará que el nuevo sistema de asilo se aplique de manera "justa y ordenada". Alemania es uno de los países que ha tenido que lidiar con la ola migratoria: en los primeros 11 meses del año, más de 304 mil extranjeros solicitaron asilo por primera vez en esta nación, un crecimiento del 60 por ciento en relación con la misma etapa del año anterior.
Junto con alrededor de un millón de refugiados de Ucrania, el fuerte aumento de tales registros han provocado una sobrecarga de refugiados y muchos problemas sociales complejos relacionados de las ciudades alemanas que han tenido que recurrir al gobierno federal para obtener ayuda para hacer frente a la situación.
El consenso de los países de la UE sobre un mecanismo de solidaridad para abordar conjuntamente la cuestión de los inmigrantes es una señal positiva en aras de encontrar una solución a una cuestión urgente que alguna vez causó una profunda división entre los miembros del bloque.
Sin embargo, una solución global requiere coordinación no solo entre los países de la UE, sino también en todo el continente. África y Europa, los dos puntos de partida y de llegada de la ruta migratoria del Mediterráneo, deben prevenir las causas profundas de la pobreza y los conflictos, y promover el desarrollo económico y la creación de empleo para abordar el problema en su origen.