La economía mundial ha demostrado una notable capacidad de recuperación ante los continuos choques de la pandemia de Covid-19, el conflicto en Ucrania y las interrupciones de la cadena de suministro. Aunque todos estos factores han llevado a una inflación récord y a la mayor subida de las tasas de interés en décadas, las economías de todo el mundo se han ajustado mejor de lo esperado.
Según el índice global de Fitch Ratings, el PIB mundial creció un 0,3 por ciento en el tercer trimestre de 2023 en comparación con los niveles previos a la pandemia de Covid-19. Las empresas han ajustado sus sistemas logísticos y Europa ha reducido su dependencia del suministro de gas de Rusia. El aumento de las tasas de interés no se ha traducido en un aumento repentino del desempleo. Esta resiliencia proporciona una base sólida para el nuevo año.
La dura lucha contra la inflación ha tenido cierto éxito, ya que este índice se ha enfriado drásticamente. Las perturbaciones en la cadena de suministro durante la pandemia también se han reducido.
Los temores a un ciclo de política monetaria de "Montaña de la Mesa" (subida de los tipos de interés y permanencia en su punto máximo durante mucho tiempo, como la formación de la Montaña de la Mesa en Ciudad del Cabo, Sudáfrica) se han disipado gradualmente. Es probable que los principales bancos centrales bajen los tipos de interés a principios de 2024, antes de lo previsto. Será una buena noticia para muchos hogares y empresas.
El mundo también fue testigo de un auge de los mercados financieros, con los principales índices de Wall Street acercándose o superando niveles récord en diciembre. La economía estadounidense parece estar disfrutando de un aterrizaje suave gracias al éxito de la Reserva Federal a la hora de controlar la inflación sin desencadenar una recesión.
Según Jared Bernstein, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, el aumento del gasto de los consumidores durante las fiestas navideñas, el incremento de los salarios reales en los últimos nueve meses y el aumento de la confianza de los consumidores auguran un buen comienzo para la economía estadounidense en 2024.
Según las previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la economía mundial debe haber crecido 3 por ciento en 2023, gracias principalmente al crecimiento estadounidense del 2,25 por ciento. También se prevé que Japón haya crecido 1,7 por ciento.
Entre los principales mercados emergentes, Brasil podría crecer un 3 por ciento gracias a cosechas abundantes, India más del 6 por ciento y Rusia un 2 por ciento gracias al aumento de los precios del petróleo. Se espera que el Reino Unido evite la recesión y crezca un 0,5 por ciento.
Mientras, India, México y Vietnam se están beneficiando del cambio en los patrones comerciales y del aumento de la inversión de los socios. Los bancos centrales de numerosos países en desarrollo se esfuerzan por controlar la inflación. Ésas son motivaciones para ser optimistas sobre las perspectivas económicas globales.
Se prevé que la economía mundial afrontará retos en 2024 debido a la celebración de elecciones generales y una creciente deuda pública en muchos países. Sin embargo, después de la perseverancia y la resiliencia para superar las dificultades en 2023, hay razones para ser optimistas en cuanto al mejor desarrollo de la economía global.