La resolución 2682, que recibió el apoyo unánime de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, solicita al representante especial del secretario general de la ONU para Iraq y la Unami, a petición del Gobierno iraquí, proporcionar con carácter prioritario asesoramiento, apoyo y asistencia para promover un diálogo político e inclusivo y la reconciliación a nivel comunitario y nacional.
Otros términos del texto piden al representante especial del secretario general de la ONU para Iraq y la Unami que continúe prestando asesoría y respaldo al Gobierno iraquí para intensificar los preparativos electorales y garantizar unos comicios libres y justos en ese país.
Según el documento, el funcionario debe coordinar con el gobierno iraquí para apoyar y facilitar la repatriación de iraquíes desplazados a Siria o ayudar a las personas internamente desplazadas a regresar y reintegrarse a sus comunidades de origen.
La resolución también requiere que antes del 31 de marzo de 2024 el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, realice y proporcione al Consejo de Seguridad una revisión estratégica independiente de la Unami, en consulta con el Gobierno iraquí y otras partes, que evalúe la relación entre las amenazas a la paz y la seguridad en esa nación, así como las misiones y prioridades de la Unami.
Esta renovación fue adoptada en un contexto en que el Consejo de Seguridad de la ONU ha presenciado los esfuerzos de Iraq en las áreas económica y de seguridad.
En una reciente visita a Irán, el asesor de seguridad nacional de Iraq, Qasim al-Araji, se reunió con el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de la República Islámica, Ali Akbar Ahmadian.
En la ocasión, las partes enfatizaron la necesidad de implementar el acuerdo de seguridad fronteriza alcanzado entre los dos vecinos a finales de marzo pasado. Subrayaron que ese tratado es una hoja de ruta para garantizar la seguridad en la frontera común, contribuyendo a mejorar no solo la seguridad de ambos territorios sino también la paz de toda la región.
Desde una perspectiva económica, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acogerá con beneplácito el total regreso de Irán al mercado de la energía cuando se levanten las sanciones. En su primera visita a Irán, el secretario general de la OPEP, Haitham Al Ghais, aseguró que Teherán es un miembro responsable de ese organismo y es capaz de aportar importantes volúmenes de petróleo que contribuyan a asegurar un mercado estable y equilibrado.
Mientras, el ministerio del Petróleo iraquí informó a la compañía petrolífera estatal turca sobre la reanudación de las exportaciones petroleras, y al mismo tiempo completó contratos con empresas internacionales para comercializar crudo.
Cabe destacar que Iraq detuvo a finales de marzo pasado las exportaciones de 450 mil barriles diarios de petróleo por el oleoducto que une el norte iraquí con el puerto turco de Ceyhan, en el Mediterráneo, después de que ese país ganara un largo proceso de arbitraje frente a Ankara sobre las exportaciones de crudo de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí.
Por su parte, el Ministerio de Energía y Recursos Minerales de Jordania reanudó sus importaciones de petróleo iraquí mediante el uso de 422 camiones cisterna, de los cuales 300 ya están en territorio jordano.
A principios de mayo pasado, el Gobierno jordano amplió un acuerdo con Iraq para seguir importando crudo con descuento, según el cual, las importaciones jordanas equivalen a 10 mil bpd, y cubren el siete por ciento de las necesidades de Ammán.
Los cambios positivos en Iraq en los campos de la seguridad y la economía han sido reconocidos y apreciados por la comunidad internacional. La extensión del mandato de la Unami tiene como finalidad acompañar a esa nación de Oriente Medio en el camino hacia la seguridad y la estabilidad.