Después de años de una guerra devastadora, Yemen, más que nunca, necesita escapar de la grave crisis humanitaria que está empujando a sus ciudadanos al borde de la desesperación.
En el encuentro con su homólogo yemení en El Cairo, el primer ministro de Egipto, Mostafa Madbouly, reiteró el apoyo de su país para garantizar la unidad, la soberanía y la independencia de Yemen. Afirmó su respaldo a una solución política basada en la Iniciativa del Golfo, los resultados del proceso de diálogo nacional en 2013 y las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Egipto desea cooperar con los países del mar Rojo y el golfo de Adén para garantizar la seguridad marítima en el estrecho de Bab Al-Mandab, agregó. También se comprometió a seguir proporcionando toda la asistencia posible al Gobierno yemení.
El Cairo anunció su posición al respecto en el contexto de que la comunidad internacional está esforzándose por instaurar el alto el fuego para acabar con los conflictos y facilitar las actividades de asistencia humanitaria en esa nación árabe.
Yemen sufre la peor crisis humanitaria del mundo, ya que el conflicto se prolonga desde hace más de seis años y ha dejado a unos 21 millones de personas, equivalente a dos tercios de su población, en una situación de hambruna, incluidos más de 11 millones de niños. El conflicto en Yemen se ha cobrado miles de vidas y ha causado grandes pérdidas para la economía del país.
La situación en Yemen es caótica debido a los enfrentamientos sucesivos entre los rebeldes hutíes, que ocuparon la capital Saná en 2014, y la Coalición Árabe liderada por Arabia Saudita, que lanzó una intervención militar en Yemen en 2015 para reinstaurar el Gobierno reconocido por la comunidad internacional.
Mientras que los hutíes rechazaron el llamado de Estados Unidos, la ONU y Arabia Saudita a un armisticio este año y continúan sus ataques para apoderarse la ciudad de Marib.
La paz en Yemen está asociada con la seguridad en la región. Las fuerzas de Egipto centran sus esfuerzos para garantizar la seguridad del estrecho de Bab Al-Mandab en el mar Rojo, una posición estratégica en la ruta de comercio internacional, desde el canal de Suez.
En este sentido, la colaboración para encontrar una solución pacífica para esa nación árabe es muy urgente, no solo para garantizar los intereses tanto de Egipto como de Yemen, sino también para promover la seguridad y la estabilidad en Medio Oriente.