Aparecida a finales de noviembre de 2021, cuando todavía los países no habían superado las consecuencias causadas por la variante Delta, Ómicron se caracteriza por su alta contagiosidad, lo que explica los tristes registros de la pandemia en todos los continentes.
El 12 de enero Alemania reportó 80 mil 430 nuevos casos en 24 horas, la cifra más alta desde el estallido de la pandemia hace dos años. En la India, el número de casos por día se quintuplicó desde principios de 2022. Y en Africa aumentaron 83 por ciento en solo una semana, principalmente debido a las variantes Delta y Ómicron. Estas son cifras que hablan, mostrando el peligro impredecible de Ómicron y la necesidad de enfocarse en aumentar la cobertura de vacunas contra el Covid-19 en 2022.
Mientras algunos países han alcanzado acuerdos tempranos con los fabricantes para garantizar suficiente cantidad de vacunas para su población, otros de bajos y medianos ingresos dependen principalmente de suministros limitados del Mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas, COVAX.
Respecto a la cobertura de vacunas contra el Covid-19, África ha quedado atrás de otras regiones. Actualmente, menos del 10 por ciento de la población del continente ha completado la pauta inmunizante de dos dosis.
COVAX, una iniciativa importante para garantizar el acceso rápido y equitativo a las vacunas en el mundo, también enfrenta un gran desafío. En 2021, pese a los esfuerzos, COVAX solo ha entregado 900 millones de dosis, ni siquiera la mitad de su meta de distribuir dos mil millones de dosis en 2021.
Los especialistas consideran que la garantía de los recursos financieros y el suministro de vacunas siempre ha sido un enigma para COVAX desde su establecimiento. Los contagios severos del Covid-19 en el segundo trimestre del 2021 obligaron a la India, un importante proveedor de vacunas, a dejar de exportarlas, lo que ralentizó el proceso de entrega a otras regiones.
De acuerdo con Jeremy Farrar (G. Phara), director del Fondo Wellcome Trust, con sede en el Reino Unido, la aparición de las nuevas variantes demuestra por qué el mundo necesita garantizar un acceso más equitativo a las vacunas y otras herramientas de salud pública. Trabajar juntos a escala mundial para garantizar a todos el acceso a las vacunas es una tarea importante y urgente que no es exclusiva de ningún país.
