Poco antes de llegar a Davos, Suiza para la 54ª Reunión anual del FEM, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, expresó su preocupación porque un 40 por ciento de los puestos de trabajo mundiales se verán afectados por la IA, una cifra que en las economías avanzadas y en algunos mercados emergentes aumentará al 60 por ciento. Georgieva comentó que ese indicador descenderá luego al 40 por ciento en los mercados emergentes y al 26 por ciento en los países de bajos ingresos.
El informe del FMI indica que la IA será perjudicial para el 50 por ciento de los empleos, mientras el resto podría beneficiarse del aumento de la productividad gracias a esa tecnología.
Aunque en un principio la IA tendrá un menor impacto en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, también es menos probable que se beneficien de las ventajas de la novedosa tecnología. Esto podría exacerbar la disparidad de ingresos entre países. Los trabajadores de más edad serán probablemente más vulnerables al cambio que supondrá la IA.
Georgieva afirmó la importancia de promulgar políticas adecuadas para solucionar esa cuestión, las cuales deben centrarse en apoyar a los países de bajos ingresos a aprovechar las oportunidades generadas por la IA. Destacó que además de los riesgos, la IA también brinda muchas oportunidades.
Las mencionadas preocupaciones se presentan basados en los hechos actuales. El colectivo de taxistas corre el riesgo de quedarse sin empleo a medida que los coches sin conductor impulsados por IA circulen cada vez más por las calles de Estados Unidos, Japón y China, lo que poco a poco se irá generalizando en el resto del mundo. Para entonces, los conductores tradicionales, incluidos los de las plataformas tecnológicas, serán sustituidos por la IA.
La automatización en la entrega, las tiendas automatizadas y las tecnologías de compras en línea podrían afectar los trabajos de ventas tradicionales. Las computadoras inteligentes y el sistema de la IA podrían reemplazar a los humanos en muchas tareas bancarias y financieras tradicionales.
Algunos puestos de trabajo en sanidad y administración podrían racionalizarse o automatizarse utilizando tecnología de IA. El chatbot y el sistema de autorespuesta sustituirían al personal de los centros de llamadas de atención al cliente.
Muchas personas piensan que la IA solo podría reemplazar trabajos sencillos, salvo los intelectuales, como los gráficos, la creatividad, la pintura, la fotografía o la programación. De hecho, a medida que avanza la IA, la programación es uno de los trabajos que se verán más afectados en los próximos dos o tres años.
Según Steve Chase, jefe del equipo de consultoría en la Empresa KPMG de Estados Unidos, las preocupaciones anteriores son completamente comprensibles, porque con la mayoría de los avances tecnológicos, el temor inicial a que los trabajadores pierdan su empleo y sean sustituidos es inevitable.
La IA constituye uno de los principales temas de la reunión del FEM en 2024, programada del 15 al 19 del presente mes en Davos, con el tema “Reconstrucción de la confianza”. Los líderes del Foro enfatizaron que la aplicación y el control de la IA es un tema muy importante para la humanidad y que requiere políticas para gestionarla y encarar los desafíos legales y los avances tecnológicos que supondrá su irrupción en el desarrollo socioeconómico.
El Director General de la Organización Internacional del Trabajo, Gilbert F. Houngbo, afirmó que, aunque la IA sustituirá a muchos trabajadores, también creará muchas oportunidades y puestos de trabajo. Por lo tanto, es importante mejorar las cualificaciones de las personas que trabajan en ámbitos en los que se utilizará la IA, afirmó.