En una declaración reciente, Camilo González, jefe del equipo negociador del Gobierno colombiano con el EMC, un grupo escindido de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), destacó que las dos partes habían acordado un alto el fuego para crear las condiciones necesarias al proceso de negociación de paz. Se espera que este acuerdo se prorrogue en enero. Según lo previsto, la próxima ronda de negociaciones está prevista en la capital, Bogotá, del 9 al 20 de este mes. El EMC cuenta con unos tres mil 500 miembros y opera en 23 de las 32 provincias de Colombia. El grupo incluye a disidentes que se separaron de las FARC, y luego de entregar las armas y formaron un partido político luego de dejar las armas.
El deseo de una paz integral en Colombia ha sido reafirmado por el presidente Gustavo Petro en varias ocasiones desde que asumió el cargo en agosto de 2022. El gobierno colombiano sigue impulsando negociaciones por separado con los grupos armados, lo que contribuye a abrir la puerta a la paz para el país sudamericano, sumido desde hace tiempo en el conflicto y la violencia de las bandas.
El gobierno colombiano también está negociando con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ha cumplido plenamente las órdenes de alto el fuego. El ELN es uno de los grupos armados más antiguos de Colombia, con cierta influencia en las zonas rurales y montañosas de la nación.
Recientemente el Gobierno colombiano y el ELN iniciaron la quinta ronda de negociaciones de paz en México. En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México expresó su confianza en que, con la buena voluntad de las partes negociadoras y el apoyo de la comunidad internacional, la nueva ronda de negociaciones allane el camino hacia una solución decisiva y de largo plazo para el persistente conflicto en Colombia.
En anteriores rondas de negociaciones, los representantes del gobierno colombiano y del ELN manifestaron que ambas partes habían acordado incrementar las actividades humanitarias en las zonas afectadas por el conflicto armado con el fin de garantizar la instrumentación de un cese al fuego bilateral, así como fortalecer los mecanismos de apoyo a los presos políticos miembros del ELN.
Estos resultados positivos también son un punto destacado durante el mandato de Petro. Cuando asumió el cargo en 2022, el líder izquierdista se enfrentaba a una intensa presión para reducir la pobreza y la desigualdad en un país asolado por la violencia y la división social.
Aunque se han logrado algunos avances en las negociaciones de paz, los observadores afirman que el camino hacia una verdadera estabilidad en Colombia es aún largo y está plagado de obstáculos. La violencia sigue aumentando a medida que los grupos armados se disputan el control de las zonas de operación. Últimamente han aumentado los secuestros y los ataques contra activistas de derechos humanos y fuerzas policiales.
La comunidad internacional mostró su apoyo a las acciones de buena voluntad de las partes y se comprometió a seguir acompañando a este país sudamericano
Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, la tasa de ataques contra trabajadores humanitarios en Colombia subió 133 por ciento de enero a abril de 2023 en comparación con el mismo período del año pasado.
Actuando como catalizador para acelerar el proceso de paz en Colombia, la comunidad internacional mostró su apoyo a las acciones de buena voluntad de las partes y se comprometió a seguir acompañando a este país sudamericano. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 2694 para prorrogar el mandato de la Misión de Monitoreo de la organización en Colombia. Según el documento, además de sus tareas actuales, la Misión de Monitoreo de las Naciones Unidas monitoreará y verificará la implementación del alto el fuego entre el Gobierno colombiano y el ELN.
La Resolución también permite sumar 68 observadores internacionales y componentes civiles apropiados a la fuerza de la misión. Suiza anunció su participación en la misión oficial a petición del Gobierno colombiano y el EMC como garante del proceso de paz. Por su parte, el Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (EU), Josep Borrell, afirmó que la UE acoge con satisfacción el plan de paz del presidente colombiano y acompañará a su Gobierno en el proceso de negociación con apoyo tanto político como económico.
Las señales positivas en las negociaciones entre las partes en Colombia son una premisa importante para poner fin a las hostilidades y fomentar la confianza. Sin embargo, el camino a largo plazo hacia la paz todavía requiere mucha buena voluntad y concesiones mutuas para lograr buenos resultados y brindar una vida estable a los ciudadanos.