Las conversaciones a puerta cerrada entre dichas naciones tuvieron lugar en la Misión Permanente de EE.UU. ante las Naciones Unidas en Ginebra. La delegación rusa fue encabezada por el vicecanciller Sergei Ryabkov y el viceministro de Defensa, Alexander Fomin. Mientras, la delegación estadounidense fue liderada por la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman. Este encuentro se enmarca en el diálogo de estabilidad estratégica entre las dos grandes potencias y se considera un foro para que Washington y Moscú aborden de forma directa las preocupaciones de seguridad y propongan posibles soluciones.
Tras las reuniones en julio y septiembre de 2021, este fue el tercer diálogo sobre seguridad, pero el primero de tres encuentros que tienen lugar en Europa esta semana entre funcionarios rusos y estadounidenses, así como aliados y socios en la región.
Después de las conversaciones en Ginebra, Wendy Sherman llegó a Bruselas, Bélgica, para informar a los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre las negociaciones bilaterales con la nación euroasiática, antes de una reunión del Consejo Rusia-OTAN y la discusión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que se llevan a cabo el 12 y 13 de enero, respectivamente, en Viena, Austria.
En el centro de las negociaciones estuvieron las propuestas de seguridad de Rusia a la OTAN y EE.UU., especialmente los términos de no despliegue conjunto de misiles de medio y corto alcance, no expansión de la OTAN hacia el este y reducción de los ejercicios militares.
Los líderes de los dos países coincidieron en que es hora de iniciar negociaciones para avanzar en los temas de armas estratégicas, relaciones OTAN-Rusia y seguridad en Europa, que son de gran preocupación para Ucrania.
Sergei Ryabkov se mostró pesimista sobre el proceso de negociación con EE. UU. sobre la garantía de la seguridad, aunque tuvo comentarios positivos. Dijo que las dos partes todavía estaban en desacuerdo en una serie de temas. Sin embargo, las conversaciones se llevaron a cabo con un espíritu "profesional", y EE. UU. mostró interés por las propuestas de Rusia, agregó.
Mientras tanto, Sherman afirmó que las consultas binacionales fueron sinceras y abiertas. La parte estadounidense mantuvo una discusión franca con la delegación rusa y dejó abierta la posibilidad de que ambas partes se vuelvan a reunir pronto para proponer asuntos bilaterales con más detalle.
Las dos partes debatieron medidas "recíprocas" para reducir las tensiones por el despliegue de misiles y ejercicios. EE.UU. ratificó su disposición a debatir el futuro de varios sistemas de misiles en Europa en relación con el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), del que EE. UU. se retiró en 2018 bajo la administración del presidente Trump.
Aun así, ambas partes continuaron sin ceder en algunas cuestiones. Rusia destacó que su contraparte aún no entiende la urgencia de la situación y que Moscú tomará una decisión sobre si continúa participando en más negociaciones con Washington después de las próximas reuniones de la OTAN.
Justo antes de las conversaciones, Rusia advirtió que EE. UU. y la OTAN podrían enfrentar una situación más grave si no se enfocan en el diálogo sobre los compromisos de seguridad. Según Ryabkov, existe una base para un acuerdo entre ambos países, pero Washington no debe subestimar el riesgo de confrontación entre las dos partes.
Mientras tanto, EE. UU. reiteró las posibles acciones que el país y sus aliados están dispuestos a tomar en relación con la situación en Ucrania. Esto incluye sanciones financieras, controles de exportación dirigidos a sectores industriales, fortalecimiento de la posición de la OTAN en territorio aliado y apoyo de seguridad al país europeo. También resaltó que no tiene intención de iniciar conversaciones con Rusia sobre la limitación de la membresía en la OTAN, ya que este siempre ha sido uno de los principios básicos de la alianza.
Con muchas diferencias y desacuerdos profundos, los temas que se debaten entre Rusia y EE. UU. no se resolverán pronto. Al enfrentarse a muchos temas espinosos en las relaciones bilaterales, ambas partes deben hacer concesiones sobre la estabilidad estratégica y la seguridad en Europa. Sin embargo, el arduo proceso de negociación sobre seguridad, especialmente los diálogos de alto nivel entre las dos potencias, se considera un paso en la dirección correcta en los esfuerzos por reducir las tensiones y contribuir al mantenimiento de la paz y la seguridad.