Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR), en 2021 hubo una serie de récords lamentables sobre migrantes en la región de Centroamérica. Casi un millón de personas abandonaron sus hogares debido a la falta de trabajos, la violencia de las pandillas, la pandemia del Covid-19 y el cambio climático.
México, el país de tránsito hacia Estados Unidos, recibió en 2021 más de 130 mil solicitudes de asilo. El accidente de un camión que transportaba inmigrantes ilegales en diciembre de 2021 causó al menos 54 muertos y 100 heridos. Esta se considera la mayor tragedia que sufren los migrantes en México desde 2014.
El Servicio Nacional de Migración de Panamá advirtió sobre la presencia de niños en la oleada de migrantes que pasan por el país. La nación istmeña descubrió un grupo en el que la quinta parte eran menores. En la actualidad, unos 900 migrantes están en Panamá esperando la oportunidad de continuar su viaje a Norteamérica. Entre ellos, más de 400 personas viven en la selva.
La pobreza, la violencia y los desastres naturales son las principales causas que obligan a ciudadanos de Haití, Guatemala, Honduras y El Salvador a recorrer el largo camino a Estados Unidos en los últimos años, pese a los peligros de las bandas de narcotraficantes, delincuentes, animales silvestres y el agreste entorno natural.
El Fondo Monetario Internacional valoró que en 2021 América Latina fue la región más afectada por la inflación. La baja y desigual tasa de la vacunación contra el Covid-19 es un factor que deja a América Latina detrás de otras regiones en el camino de la recuperación económica.
En medio de la grave crisis migratoria en las Américas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no cumplió sus promesas sobre el asunto. En mayo de 2021, el mandatario elevó el límite de ingresos de refugiados en el año fiscal 2021 de 15 mil a 62 mil 500 personas. Pero hasta finales del 2021 Estados Unidos solo admitió a 11 mil 411 migrantes, la menor cifra en la historia. En la actualidad, Washington está centrado en una serie de proyectos de desarrollo socioeconómico a fin de establecer un “muro de prosperidad” en Centroamérica para detener la ola de los migrantes.
El camino de la recuperación económica de América Latina sigue siendo difícil, ya que la pandemia agrava viejos problemas. Convertir a la región en un espacio estable es un factor clave para que sus ciudadanos renuncien a los peligros de un viaje que no siempre tiene un final feliz.