Según la OMS, la subvariante BA.2 de Ómicron es actualmente la cepa predominante en el mundo y eleva el número de casos de Covid-19 en más de 50 países. Las BA.4 y BA.5 también están sujetas a advertencias.
Fueron detectados unos 700 casos del sublinaje BA.4 en al menos 16 países y 300 del BA.5 en 17 países. La líder del equipo técnico sobre Covid-19 de la OMS, Maria Van Kerkhove, destacó que aunque estas subvariantes no son más peligrosas que la variante Ómicron, se propagan más rápido. Otra sublínea, la BA.2.12.1, ha aparecido en 23 países, con más de nueve mil contagios.
La alta tasa de infección propicia la mutación de Ómicron, lo que lleva a la aparición de una serie de subvariantes. Sin embargo, el riesgo de una nueva ola de la pandemia no proviene solo de las subvariantes. Recientemente, científicos israelíes hicieron sonar la alarma sobre la posibilidad de un rebrote epidémico de la variante Delta, que dejó graves consecuencias en muchos continentes.
La gravedad de las variaciones menores aún se desconoce y los científicos deben estudiarla más a fondo. Pero lo cierto es que el estallido de nuevas olas pandémicas retrasará la recuperación del mundo tras más de dos años de lucha contra la enfermedad.
Gracias a la efectividad de la campaña de vacunación y las medidas preventivas contra la pandemia, la lucha contra el mortal virus entró en una nueva fase. El ritmo de vida volvió gradualmente a la normalidad. La recuperación y el desarrollo socioeconómico se ha convertido en una necesidad urgente de los países después de un largo período de interrupción de todas las actividades.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), el número de vacacionistas se duplicó en enero de este año en comparación con el mismo período de 2021. Europa y las Américas son las dos regiones con más rápido crecimiento de la industria sin humo. La OMT afirmó que la mayoría de las regiones del mundo están recibiendo visitantes extranjeros. Turistas están acudiendo en masa a Francia, España, Portugal y Grecia. Con sus hermosas playas, también América del Sur y el Caribe vuelven a ejercer su atractivo sobre los viajeros internacionales.
No obstante, la OMS recomendó que el Covid-19 deba ser todavía considerado una emergencia sanitaria mundial y desaconsejó a los países desmontar las herramientas necesarias para responder a posibles situaciones.
La segunda Cumbre Mundial sobre la pandemia del Covid-19 recibió nuevos compromisos financieros para contribuir a la lucha contra el mal, por un valor de más de tres mil millones de dólares. De ellos, más de dos mil millones de dólares se destinarán a actividades de respuesta directa a la enfermedad, y 962 millones de dólares a prepararse para futuras pandemias y garantizar la seguridad y la salud mundial.
Estados Unidos está enfrascado en la investigación de una vacuna de segunda generación, pues según los expertos, si bien las de primera generación han reducido de manera significativa la cantidad de muertes, enfermedades graves u hospitalizaciones, es posible que ya no sean efectivas frente a las nuevas variantes.
Países como Perú y Colombia aplican una cuarta dosis para aumentar la inmunidad comunitaria, mientras Cuba se centra en la investigación sobre la seguridad de las vacunas para los bebés.
En los últimos dos años, el virus SARS-CoV-2 mutó muchas veces, lo que ha provocado la aparición de nuevas variantes. El camino hacia el final de la pandemia de Covid-19 es largo y espinoso, lo que exige a los países no ser negligentes y bajar la guardia porque el riesgo de una nueva ola epidémica siempre está latente.