Recientemente el gigante tecnológico Google probó un programa de AI especializado para el campo médico, Chatbot llamado Med-PaLM 2, desarrollado sobre la base de PaLM 2, el modelo de lenguaje más avanzado de este grupo.
Med-PaLM 2 puede proporcionar respuestas a preguntas médicas con calidad superior a otros chatbots comunes, como Bing de Microsoft y ChatGPT de OpenAI.
Mientras, Meta y Microsoft han impulsado la cooperación para desarrollar Llama 2, un modelo lingüístico a gran escala de nueva generación diseñado tanto para fines comerciales como de investigación.
Para calentar la carrera tecnológica, la unidad de computación en la nube de Amazon lanzó tecnología para ayudar a otras empresas a desarrollar sus propias herramientas de chatbot y servicios de creación de imágenes con IA.
El lanzamiento del producto ChatGPT de OpenAI en noviembre de 2022 allanó el camino a una intensa competencia en el sector tecnológico.
Esta es sin duda una dirección de desarrollo prometedora para los grupos de tecnología, cuando sus actividades comerciales parecen bastante sombrías debido a la difícil situación general de la economía y el cambio en los hábitos de uso de las redes sociales después de la pandemia de Covid-19.
Junto con la aceleración de la carrera de la IA, los gigantes tecnológicos han logrado resultados comerciales más positivos. Según el grupo Alphabet, la empresa matriz de Google, sus ingresos en el primer trimestre de este año llegaron a casi 70 mil millones de dólares, por encima de la previsión de 60 mil millones, mientras la ganancia neta fue de 15 mil millones de dólares.
Los resultados comerciales de Microsoft en los primeros tres meses de 2023 también complacieron a los inversionistas, con una ganancia de 18,3 mil millones de dólares sobre ingresos totales de 52,9 mil millones de dólares, principalmente provenientes de productos de nube e IA.
Los beneficios que aporta la IA a la sociedad son innegables, pero cada vez hay más advertencias sobre los riesgos potenciales de esta nueva tecnología, lo que lleva al endurecimiento de las regulaciones por parte de los países.
Recientemente el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió por primera vez para debatir los riesgos del desarrollo de la IA. El secretario general de la organización, Antonio Guterres, enfatizó que las aplicaciones de la IA en campos militares y no militares podrían tener consecuencias muy graves para la paz y la seguridad mundiales. También hizo un llamado a todos los países a tomar con urgencia las medidas necesarias para controlar esta tecnología emergente.
A medida que los legisladores de todo el mundo empezaron a plantearse cómo mitigar los peligros la IA, las grandes empresas de tecnología han tomado acciones para demostrar sus esfuerzos por brindar productos más seguros.
Siete importantes grupos de tecnología, incluidos OpenAI, Alphabet y Meta, se comprometieron a desarrollar un sistema de marca de agua en todas las formas de contenido, desde texto, imágenes, audios hasta vídeos generados por IA, para que los usuarios sepan cuándo se ha utilizado la tecnología.
Las empresas estadounidenses anunciaron el establecimiento de un foro, llamado Frontier Model Forum, que busca minimizar los riesgos derivados de las plataformas de IA y creará estándares de conducta en este sector.
Según los analistas, en los próximos años, el mundo seguirá siendo testigo de una carrera en tecnología de IA, una competencia que "gasta dinero" para las corporaciones tecnológicas.
En ese contexto, para que las personas realmente dominen la tecnología, tanto los gobiernos como las empresas del sector deben involucrarse en la búsqueda de soluciones capaces de brindar productos más seguros a los usuarios.