Abrir un nuevo espacio de cooperación

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida finalizó recientemente una gira por cinco países del Grupo de los Siete (G7). El viaje sirve de preámbulo a las actividades diplomáticas en 2023, cuando el país del Sol Naciente es sede de la cumbre del G7. Además de robustecer la cooperación entre Japón y las potencias, el periplo tuvo por objetivo buscar un nuevo espacio de colaboración para la cumbre del G7, que se celebrará en mayo próximo.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida llega al Reino Unido, tercera parada en su gira por cinco países del G7. (Foto: NHK)
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida llega al Reino Unido, tercera parada en su gira por cinco países del G7. (Foto: NHK)

Del 9 al 13 de enero, el jefe del gobierno nipón visitó Francia, Italia, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos. Antes, expresó su esperanza de que los países del G7 mostrarían consenso con el mundo en temas como el conflicto en Ucrania, el cambio climático y las crisis alimentaria y energética.

El 2023 es un año importante para Japón, ya que asume la presidencia del G7 y comienza su mandato como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En especial, asumir la presidencia del G7 es una prueba de la influencia y el liderazgo de Japón en un contexto en que el mundo está inmerso en un vórtice de múltiples adversidades como la inflación, las epidemias, las crisis financieras y los desastres climáticos. Por lo tanto, ejercer exitosamente el cargo es su máxima prioridad en este año.

En mensaje dirigido al pueblo en ocasión del año nuevo, Kishida reafirmó la determinación de organizar exitosamente la cumbre del G7 en Hiroshima, su tierra natal, con el mensaje sobre “un mundo sin armas nucleares”. Patentizó que Japón está enfrentando el entorno de seguridad más duro desde la Segunda Guerra Mundial, con una creciente amenaza del uso de armas nucleares y profundas divisiones en la comunidad internacional.

El gobierno nipón se esforzará por implementar su política exterior y fortalecerá sus capacidades defensivas, decidido a cumplir la misión de proteger el país y la seguridad de su pueblo. La gira por cinco países del G7 con numerosos compromisos de cooperación en seguridad, defensa y economía es un paso concreto y práctico para lograr el objetivo planteado por Kishida.

Un año al frente del G7 será una oportunidad para que el país asiático reafirme su temple e influencia en el foro de las principales potencias del mundo.

En cada parada de su viaje, el premier nipón debatió con los dirigentes de los mencionados países las prioridades de Japón en su mandato, así como las perspectivas de fortalecer la cooperación en defensa, seguridad energética, comercio e inversiones, y en especial la cooperación en materia de seguridad en la región Asia-Pacífico.

En Reino Unido, Kishida y su par británico, Rishi Sunak, firmaron el llamado Acuerdo de Acceso Recíproco, que permitirá el despliegue de tropas británicas en Japón. Londres aseguró que se trataba de “el acuerdo de defensa más importante entre los dos países en más de un siglo".

El encuentro entre Kishida y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, efectuado el 13 de enero en Washington, fue un punto destacado del viaje. Fue la primera visita del jefe de gobierno japonés a ese país desde que asumió el cargo en octubre de 2021.

Su estancia allí permitió fortalecer la alianza Japón-Estados Unidos y estrechar la cooperación en materia de defensa y seguridad, especialmente después de que Japón anunciara su nueva estrategia en este campo en diciembre de 2022.

En los últimos años, los dos aliados han cooperado estrechamente en numerosos campos. Entre ellos, cabe destacar la aspiración común de hacer del Indo-Pacífico una región libre y abierta. Más recientemente, en un diálogo de seguridad del formato 2+2 celebrado en Washington, Japón y Estados Unidos coincidieron en aplicar su acuerdo de seguridad y defensa en el espacio.

Asumir el papel de “locomotora” del G7 cuando el mundo se divide ante una serie de desafíos y crecientes tensiones geopolíticas, es una gran prueba para Japón y el gobierno de Fumio Kishida. Un año al frente del G7 la dará al país asiático la oportunidad de reafirmar su peso en el foro que incluye a las potencias mundiales.