Esta cafetería se fundó por un hombre mayor llamado Nguyen Van Đen en los años 20 del siglo anterior. Después de probar el café de los soldados franceses, decidió ganarse la vida en Hanói con esta novedosa bebida. De su modesto puesto de café, su hijo finalmente abrió una pequeña cafetería.
Generación tras generación, la cafetería ha pasado por las manos de la familia. Hoy, después de casi 100 años, Nguyễn Đức Hiếu, el bisnieto del fundador, es la cuarta generación que dirige el establecimiento.
"He dedicado mucho tiempo a aprender sobre la industria del café. La operación de una cafetería no es demasiada complicada, pero requiere un gran esfuerzo para mantener una calidad constante durante muchos años", dijo Nguyen Duc Hieu, propietario de la cafetería Thai. La cafetería es conocida por sus cafés “negro” y “marrón”. Cada mañana, se utilizan docenas, incluso cientos de filtros para prepararlos. Algunos de los empleados han trabajado aquí durante décadas, preparando miles de tazas de esta exquisita infusión, lo que podría explicar la familiaridad y constancia del sabor.
Según Duc Hieu, la cafetería ha desarrollado su propio estilo de beber café. Este es un legado del pasado que, afortunadamente, todavía atrae a una cierta cantidad de clientes en la actualidad. Su sabor característico proviene de los granos de café tostados sobre la leña, lo que le da a la bebida un toque ahumado en cada sorbo. Hasta el día de hoy, la Cafetería Thai es uno de los pocos lugares que aún conserva esta forma artesanal.
"El método de tostado en horno de leña es lo que hace que nuestra cafetería se destaque. Básicamente, la tostadora es un cilindro redondo que gira sobre una madera. En lugar de usar máquinas modernas para medir la temperatura y el color, confiamos en nuestra nariz y ojos para determinar cuándo los granos están perfectamente tostados", explicó su dueño. Al preservar el sabor original del café de los primeros días, el establecimiento se ha convertido en un lugar favorito para muchos amantes de los cafés callejeros. Algunos clientes han estado viniendo aquí durante décadas.
Si uno se sienta con amigos a tomar una taza de café en una esquina de la antigua calle de Hanói, descubrirá que la vida está llena de sabor. Quizás por eso la cafetería Thai ha consolidado su nombre entre los aficionados al café durante casi 100 años.