Riesgos
De acuerdo con las Naciones Unidas, el mundo presenciará en las próximas décadas un aumento dramático del número de poblaciones viejas. Numerosos países enfrentan esta situación debido a la disminución de la tasa de natalidad. La organización internacional pronostica que la proporción de población mundial mayor de 65 años aumentará del 10 por ciento en 2022 al 16 por ciento en 2050.
Japón es uno de los países con una tasa más alta de envejecimiento de la población. Según las cifras publicadas por Ministerio nipón de Asuntos Internos y Comunicaciones, las personas mayores de 65 años representan el 29 por ciento de la población, el nivel más alto desde 1994.
De acuerdo con las Naciones Unidas, el mundo presenciará en las próximas décadas un aumento dramático del número de poblaciones viejas. Numerosos países enfrentan esta situación debido a la disminución de la tasa de natalidad.
Se espera que en 2022 esta nación registre un número de nacimientos por debajo de 800 mil, el nivel más bajo desde la primera encuesta de población. El secretario jefe de gabinete de Japón, Hirokazu Matsuno, lo calificó como una “situación crítica”.
Mientras, el profesor Yu Shibata, de la Universidad de Tokio, destacó que mejorar la tasa de natalidad se considera un gran desafío, especialmente en medio de las difíciles condiciones de la economía mundial en general y la japonesa en particular, las que afectan directamente al plan de natalidad de las familias.
Otros países enfrentan una situación similar. En Corea del Sur, la baja tasa de natalidad causa dolores de cabeza a los políticos. La tasa de fertilidad total, o el número promedio de hijos que una mujer da a luz durante su vida, ha caído por sexto año consecutivo y ahora marca un mínimo histórico de 0,81.
El presidente Yoon Suk Yeol enfatizó que el país ha gastado más de 200 mil millones de dólares durante los últimos 16 años para cambiar la situación, pero la tasa de natalidad aún disminuye drásticamente. La Oficina de Estadísticas pronosticó que Corea del Sur será la nación con la población más envejecida del mundo en 2044, cuando el número de personas mayores de 65 años representaría el 36,7 por ciento de la población.
Entretanto, la proporción de personas mayores en Italia continúa aumentando a medida que la edad media se eleva de 43 a 46 años. La Oficina de Estadística predijo una disminución posible del 20 por ciento de la población en las siguientes cinco décadas debido a la caída de la tasa de natalidad.
La preocupante situación ha afectado gravemente a las economías y plantea un problema difícil a los países en el mantenimiento del sistema de pensión, la atención médica a los ancianos y la compensación de la escasez laboral.
El envejecimiento de la población dificulta la satisfacción de la demanda laboral de las economías. La proporción de la población japonesa en edad de trabajar (entre 15 y 64 años) registra actualmente un mínimo histórico, solo el 58,99 por ciento.
Es posible que esta cifra en Corea del Sur disminuya del 71 por ciento en 2022 al 46,1 por ciento en 2070. La economista Shruti Singh, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), enfatizó que la reducción de la proporción de personas en edad de trabajar provocaría un retroceso económico si los países no actúan pronto.
Por otro lado, el envejecimiento de la población aumenta la carga sobre los programas de seguridad social. Japón está esforzándose para cubrir los crecientes costos de la seguridad social debido a la gran cantidad de personas mayores. La estimación del presupuesto fiscal actual muestra que el costo del cuidado de los ancianos en el país del Sol Naciente se acerca a los 17 billones de yenes.
Mientras tanto, en Corea del Sur, el país con la más alta tasa del envejecimiento de la población, un 33,1 por ciento de las personas de 70 a 74 años todavía trabajan, la cifra más grande en términos de proporción de empleados en esta edad.
Esfuerzos para la adaptación
A fin de superar pronto la situación de envejecimiento de la población, los países han implementado en los últimos tiempos varias medidas drásticas. El Gobierno japonés reformó recientemente la estructura de seguro social según la dirección de intensificar el apoyo al parto y a la prima de seguro de las personas mayores de 75 años, en un intento por reducir la carga sobre la fuerza laboral. De este modo, el subsidio por un nacimiento y el cuidado de un niño aumenta a 500 mil yenes en lugar de los 420 mil actuales. Además, el primer ministro Fumio Kishida afirmó a principios de diciembre que esta nación aumentará el presupuesto destinado a los niños.
Corea del Sur también aprobó recientemente el cuarto Plan a mediano y largo plazo para la crianza de niños en el período 2023-2027, con el objetivo de expandir las políticas de apoyo al cuidado infantil e incrementar la tasa de natalidad.
De acuerdo con el nuevo plan, las parejas surcoreanas con niño menor de un año recibirán un subsidio de 700 mil wons al mes, el doble que el actual. Estos respaldos se incluirán en el sistema salarial de los padres, aplicado a partir de enero de 2023.
El presidente Yoon Suk Yeol enfatizó que Corea del Sur debe reformar de manera integral las políticas para revertir el envejecimiento de la población y prepararse para lograr una esperanza de vida de hasta 100 años.
Con el propósito de llenar los vacíos causados por la grave escasez laboral, varios países europeos han relajado las condiciones de inmigración y, al mismo tiempo, incrementado el salario y los beneficios para atraer mano de obra extranjera.
El Gobierno alemán coincidió recientemente en la reformación de las leyes de inmigración, en medio de la búsqueda de empleados de fuera de la Unión Europea. El presidente Olaf Scholz dijo que Alemania debe atraer a más trabajadores foráneos y ofrecer mejores condiciones a las mujeres y empleados mayores a fin de evitar la carencia laboral, así como la crisis de pensión en los próximos años.
Según OCDE, gracias a los avances del sistema de salud, la esperanza media de vida de las personas y la tendencia a una "vejez saludable" van en aumento.
Además de dar la bienvenida a los trabajadores extranjeros, las naciones deben continuar reformando las políticas con el objetivo de mejorar las condiciones para la fuerza de trabajo de mayor edad, aconsejaron los analistas.
Según OCDE, gracias a los avances del sistema de salud, la esperanza media de vida de las personas y la tendencia a una "vejez saludable" van en aumento. La profesora Sarah Harper, de la Universidad de Oxford, enfatizó que la mayoría de las personas mayores de 60 años y calificadas pueden contribuir a la economía.
Por lo tano, aparte de las medidas de impulsar la tasa de natalidad, los países deben adaptarse activamente al envejecimiento de la población. Si es posible propiciar la contribución de las personas mayores al desarrollo socioeconómico, se reducirá la carga sobre la sociedad.
Conforme a los especialistas, el envejecimiento de la población se considera un logro y, a la vez, un gran desafío para el desarrollo. La repuesta a este problema ayudará a las naciones a alcanzar los objetivos de desarrollo socioeconómico sostenible.