El pollo hervido decorado con una rosa en la boca. |
Algunos de los platos más representativos en el banquete del Tet de Hanói incluyen los “Nem” (rollitos de primavera), el “cha que” (salchicha de cerdo frita con sabor a canela) cortada en forma de fruta de mamey, el pollo hervido decorado con una rosa en la boca, el “banh chung” (pastel cuadrado de arroz glutinoso) cortado de manera ordenada, y varios tipos de sopas como la de brotes de bambú o la de corteza de cerdo seca. Estos platos no solo son complicados de preparar, sino que también necesitan una atención al detalle en cada aspecto.
Según la experta en gastronomía Pham Thi Anh Tuyet, el banquete del Tet de Hanói suele constar de cuatro tazones y seis platos, o incluso cuatro tazones y ocho platos, dependiendo de las condiciones de cada familia.
La sopa de brotes de bambú generalmente se cocina con patas de cerdo, agregando una cebolla larga blanqueada en agua hirviendo, lo que da al plato un sabor dulce y rico pero no empalagoso.
Sopa de brotes de bambú cocida a fuego lento con manitas de cerdo. |
Mientras, la sopa de corteza de cerdo seca también se elabora con mucha habilidad, con hongos shiitake, camarones secos, carne magra de cerdo, y piel de cerdo seca cortada en forma de flor.
Los platos durante la festividad en Hanói suelen ser más pequeños que en otras regiones, lo que marca una diferencia en el estilo.
Tran Trung Hieu, nacida y criada en Hanói, comparte que el banquete del Tet refleja las tradiciones familiares a lo largo de generaciones. Con platos típicos como la sopa de corteza de cerdo seca, el embutido de cerdo y el pollo hervido, cada comida está llena de significado y brinda un sentido de unión familiar.
Los platos del Tet no solo son variados en sabor, sino también muy detallados en la presentación. El banquete suele estar lleno de colores: verde del pastel “banh chung”, rojo del arroz glutinoso, amarillo del pollo, blanco de la cebolla fermentada, representando toda la esencia del cielo y la tierra.