La preparación y el disfrute de la comida se diversifican en correspondencia con cada lugar, razón por la cual ganan el paladar de numerosos gourmets, y, cómo no, los extranjeros.
Hoy en día los consumidores demandan, de manera creciente, productos de calidad, lo que contribuye al perfeccionamiento y enriquecimiento del sector gastronómico, particularmente en la preparación de los platos. En este sentido, la gente ha cambiado de “comer y vestirse suficientemente” a “disfrutar de la buena comida y vestirse bien”.
La gastronomía norteña no solo concede importancia a la diversidad, en especial a la elaboración meticulosa de una bandeja rebosante de arroz glutinoso, carne y cinco tipos de frutas, en ocasión de días festivos, sino también a la presencia de sabrosos postres, entre los cuales resaltan el Banh com (pastel de arroz verde), y el Banh chung (pastel de arroz glutinoso) que no sirven solo para comer, sino también para que los visitantes guarden bellos recuerdos del recorrido por esta tierra.
Entre las comidas típicas del norte, cabe destacar el Pho, una sopa elaborada con caldo de carne, fideos de arroz y trozos de carne en lajas. El conjunto se condimenta con lima, brotes de soja y pimienta.
El nombre “Pho” se vincula con la vida cotidiana de los hanoyenses. Es un manjar que simboliza la exquisitez de la gastronomía vietnamita ante los ojos de los amigos internacionales.
Se pueden incluir además en la lista de platos sabrosos de Hanói el Bun thang (fideo con pollo, salchicha y verdura), el Bun cha (fideo con carne a la parrilla), el Banh tom ho Tay (pastel de camarón del lago del Oeste), el Com Vong (arroz verde de la aldea Vong), y el Banh cuon Thanh Tri (crepe de arroz relleno con carne de cerdo).
Es posible encontrar también en la capital milenaria vietnamita condimentos jamás vistos, como la esencia de escorpión de agua, y la albahaca cultivada en la antigua aldea Lang, además de frutas como Mac khen y Moc mat, las cuales son usadas como aderezo por los habitantes de las zonas cercanas al extremo Norte del país.
Los platos norteños, con su toque ácido característico, resultan sencillos de preparar. La cocina de esta región tiende a ser más simple en comparación con la de la parte central o del sur, pero al disfrutarla, se puede percibir la delicadeza de quienes la preparan.
La naturaleza no otorga a la zona central, la de sol y viento, muchas ventajas en relación con las restantes del país, sin embargo, la cultura culinaria de este territorio es maravillosa.
La cocina de las localidades centrales es conocida por el uso generalizado de ingredientes picantes y menos dulces en comparación con los de la parte sureña del país. En especial, los habitantes de la ciudad de Hue, sin importar su clase social, prefieren recetas en las cuales resalta el sabor ácido y picante de las salsas de camarón y berenjena.
La culinaria de esta tierra también es famosa por la variedad de pasteles elaborados con una mayor delicadeza, respecto a los del norte. Los postres son muy diversos, lo que enriquece las ofertas de la cocina local. Cabe destacar que la gastronomía en la región central se enfoca en la decoración y la denominación de sus platos, especialmente en Hue, cuna de la culinaria regional.
Los platos de esta zona son más picantes y ligeramente salados que los del norte y el sur. Aquí la gente come a gusto el Cao lau (fideos autóctonos de esta localidad) y el Bun bo Hue (fideos con carne de cerdo, pescado y verduras), así como el Banh beo (pastel de arroz frito con camarón), el Banh bot loc (pastel de arroz a vapor con camarón) y el Cha ram (rollo de primavera frito local). También se suma a la lista de manjares típicos del territorio central el pollo de corral, típico de la ciudad de Tam Ky, en la provincia de Quang Nam.
A pesar de las desventajas naturales, los vietnamitas del centro respetan los alimentos de su tierra, que convierten en especialidades autóctonas, las cuales ofrecen una experiencia inolvidable a quienes las disfrutan.
Por su parte, la oferta culinaria de la región sureña de la nación indochina se vincula con las características geográficas, culturales y económicas formadas durante siglos en las áreas fluviales. Los principales alimentos locales son el arroz, los pescados y las verduras tanto cultivadas como silvestres.
La gastronomía del lugar, que no es tan sofisticada como la de corte imperial, se destaca por su sencillez y la diversidad de los platos. Con la influencia gastronómica de China y Tailandia, la cocina del sur emplea gran cantidad de azúcar o la dulzura de diferentes verduras y tubérculos, así como la de la leche de cocos. Con ingredientes sencillos, se puede dotar de su propia identidad a cada manjar.
Entre las comidas favoritas se encuentran la Goi cuon (ensalada mixta enrollada), el Bun mam (fideos con salsa de pescado) y la Lau ca keo (olla caliente con un pescado que abunda en la región, cuyo nombre científico es Pseudapocryptes elongatus).
El arte culinario de la parte sureña se caracteriza por la diversidad y habilidad en la preparación de la comida. Por ejemplo, el Hu tieu (sopa de fideos de arroz con carne, de cocción lenta) se elabora con diferentes pasos que heredan la quintaesencia de China, mientras que entre sus apetitosos ingredientes, emplea algunos como el azúcar y la leche de coco, típicos de la cocina camboyana y tailandesa.
Por otra parte los pescados, tanto frescos como secos, atraen a los aficionados al buen comer. Incluso animales como el ratón, el murciélago, la cobra de monóculo y las larvas de picudo rojo, son comidas favoritas de muchas personas.
El arte culinario de las tres regiones del país, aunque posee sus sabores propios en cada una de ellas, comparte similitudes en cuanto a la estructura de la comida, las reglas de la cocina, y el uso de caldo, así como por la diversidad de salsas y verduras adecuadas para los respectivos platos. Estas singularidades, sin duda, ayudan a que los manjares vietnamitas gocen de la preferencia de los gourmets, tanto nacionales como foráneos.