Vacíos de conocimientos y habilidades de los jóvenes

El Banco Mundial (BM) advirtió que la pandemia del Covid-19 conllevaría a una reducción de ingresos de las generaciones jóvenes de América Latina en un 12 por ciento por falta de conocimientos y habilidades. Compensar horas de aprendizaje perdidas de los adolescentes es fundamental para abordar las persistentes consecuencias de la pandemia en el sector educativo y en el futuro de la humanidad.

Foto de ilustración. (Fotografía: techlead.vn)
Foto de ilustración. (Fotografía: techlead.vn)

Gracias a la eficacia de las vacunas y las medidas antipandémicas, el Covid-19 está siendo controlado gradualmente a nivel mundial. Pero su impacto en el sector educativo sigue siendo un desafío existencial. Latinoamérica enfrenta actualmente una crisis educativa sin precedentes.

Según estimaciones del BM, los niños latinoamericanos han perdido entre uno y 1,8 años de aprendizaje durante la pandemia. Con esta realidad, pueden verse privados de valiosas oportunidades de empleo en el futuro y perder hasta el 12 por ciento de sus ingresos.

La falta de conocimientos y habilidades es solo una parte del impacto de la pandemia sobre los jóvenes en todo el mundo. Más grave aún, la enfermedad también afecta su salud mental, provocando que numerosos alumnos se sientan ansiosos y pierdan la motivación en los estudios.

Kenly Chandra, una estudiante de medicina de Indonesia, no pudo completar sus estudios a tiempo y tuvo que abandonar su programa de intercambios estudiantiles en el extranjero. Al compartir con el periódico The Straits Times, ella dijo: "A los 20, parece que nos falta tiempo para desarrollarnos porque todas las actividades son limitadas".

Por su parte, el estudiante filipino Zoe Tagerino, de 17 años, lamentó que la pandemia se llevó una parte de su vida. Un estudio realizado en Filipinas encontró que el Covid-19 exacerbó los problemas de salud mental de las personas de 5 a 15 años.

Cada vez que estalla una nueva ola de pandemia, las escuelas son de los primeros lugares en cerrar temporalmente, porque es allí donde se reúnen los niños, quienes son sujetos vulnerables. Se han implementado campañas de educación a distancia en muchos países, pero adolecen de deficiencias en comparación con el aprendizaje presencial.

Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), aproximadamente la mitad de los estudiantes del mundo carecen de acceso a una computadora en su domicilio, mientras más del 40 por ciento de los adolescentes no tienen internet en casa. En particular, en África subsahariana, el 89 por ciento de los alumnos no tienen acceso a computadores familiares. La interrupción de los estudios aumenta las probabilidades del matrimonio infantil y el trabajo infantil.

Se hacen muchas sugerencias para ayudar a los niños a llenar los vacíos de conocimiento, desarrollar habilidades, y mejorar la salud mental durante la pandemia. La Unesco evaluó que la enseñanza y el aprendizaje no deben limitarse a las herramientas en línea, sino también deben promoverse en medios como la radio y la televisión.

Las escuelas deben aplicar métodos de enseñanza apropiados para el nivel de cada estudiante y monitorear regularmente su progreso para compensar con rapidez el conocimiento perdido debido a la pandemia. Al mismo tiempo, es necesario realizar chequeos médicos periódicos a los alumnos para mejorar su salud física y mental.

En los últimos tiempos, muchos países reabrieron las escuelas de manera segura, con la implementación de regulaciones sobre prevención y control del Covid-19. Sin embargo, los expertos señalan que la mayoría de las escuelas en África carecen de agua potable y de la infraestructura necesaria para la prevención de enfermedades. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, en el sur del Sahara, solo alrededor del 47 por ciento de las escuelas brindan servicios básicos de saneamiento.

En un foro relacionado con la educación, el presidente argentino, Alberto Fernández, destacó que las sociedades ricas no son las que tienen petróleo, plata u oro, sino las que poseen conocimiento. Si no se toman medidas urgentes para llenar el vacío en conocimientos y habilidades de los jóvenes, muchos países perderán la fuente de mano de obra calificada para el futuro desarrollo socioeconómico, advirtió.