Cingaleses esperanzados por nuevo gabinete

Sri Lanka acaba de nombrar a nueve nuevos miembros del Gobierno, en un esfuerzo por sacar al país de una grave crisis financiera. Además, los siete principales países industrializados (G7) decidieron apoyar la condonación de la deuda de la nación isleña, una señal positiva para la Perla del Océano Índico.

Sri Lanka no tiene actualmente suficientes divisas para importar bienes esenciales. (Fotografía: VNA)
Sri Lanka no tiene actualmente suficientes divisas para importar bienes esenciales. (Fotografía: VNA)

Un comunicado de la Presidencia indicó que los nueve nuevos miembros del gabinete, incluidas caras esperadas en áreas importantes como salud, comercio y turismo, prestaron juramento ante el presidente Gotabaya Rajapaksa. La renovación y el nombramiento del veterano político Ranil Wickremesinghe como primer ministro insufla al pueblo de Sri Lanka esperanzas de ver la luz al final del túnel, en medio de la crisis financiera en que está sumida la nación.

Inmediatamente después de ser designado, el primer ministro Wickremesinghe comenzó a negociar la entrada al puerto de Colombo de dos petroleros que interrumpieron la operación porque el gobierno se declaró insolvente para pagar la carga. Aunque los barcos no podrán satisfacer la demanda de combustible de un país con 22 millones de habitantes, la eventual solución del problema es un promisorio primer paso.

El gobernador del Banco Central, Nandalal Weerasinghe anunció que ya el ente disponía de divisas para pagar el cargamento gracias a un préstamo de 130 millones de dólares de parte del Banco Mundial, y las remesas enviadas por esrilanqueses que trabajan en el extranjero.

Pero aquellas sumas no bastan para cubrir la demanda nacional de combustibles y bienes esenciales, por lo que el Gobierno está negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) unos paquetes de rescate y la reestructuración de la deuda con los acreedores. Según las autoridades, el país necesita de tres a cuatro mil millones de dólares para salir de la actual crisis.

Weerasing advirtió que la inflación sigue escalando en Sri Lanka y podría llegar al 40 por ciento en los próximos meses. La devaluación de la moneda local y la crisis financiera provocaron que el país isleño, altamente dependiente de las importaciones, careciera de divisas para comprar alimentos y combustible.

El ministro de Electricidad y Energía, Kanchana Wijeskera, afirmó que pronto habrá suficiente combustible disponible para atender las necesidades de la gente. Informó que un petrolero ya atracó en Sri Lanka y otros tres de gasolina lo harán en los próximos días, lo que aseguraría suficiente combustible para el consumo nacional.

En la Cumbre de Ministros de Finanzas del G7, que se lleva a cabo en Alemania, se decidió cancelar la deuda de Sri Lanka luego de declararse la isla incapacitada de pagar los intereses de los bonos, cuyo período de gracia finalizó el 18 de mayo. El borrador de la declaración conjunta de la Cumbre del G7 indicó que el grupo está listo para apoyar los esfuerzos del Club de París para abordar las necesidades de liquidación de la deuda de Sri Lanka.

Sri Lanka atraviesa su crisis financiera más grave desde su independencia en 1948. El país del sur de Asia enfrenta muchas dificultades para importar artículos esenciales debido a la disminución de las reservas de divisas y al aumento de la deuda pública.

Debido a la escasez de combustible y alimentos, se produjeron grandes y violentas protestas por más de un mes desde el 9 de abril. Las revueltas dejaron nueve muertos y más de 200 heridos.

Señales positivas están llegando a Sri Lanka. El G7 espera que las negociaciones entre la nación insular del sur de Asia y el FMI alcancen los resultados deseados, incluido un paquete de ayuda de emergencia para saciar la "sed" de gasolina del país y regularizar el suministro de electricidad y artículos de primera necesidad.