La tarea de máxima prioridad es compensar a las pequeñas empresas afectadas por la pandemia. El Gobierno está tratando de acelerar el desembolso de un paquete presupuestario adicional de hasta 50 billones de wones (más de 40,6 mil millones de dólares) para apoyar a las pequeñas compañías y a las personas gravemente afectadas por las regulaciones antipandémicas.
El Gobierno también está considerando otorgar exenciones de visa a más países para estimular el turismo e impulsar un plan encaminado a restaurar la mitad de los vuelos internacionales este año.
La seguridad económica es un tema clave en el empeño de asegurar una “posición de liderazgo” de Corea del Sur en los sectores de semiconductores, inteligencia artificial, baterías y otros sectores estratégicos. El Gobierno se trazó el objetivo de aumentar la exportación de componentes de semiconductores en más del 30 por ciento, de 128 mil millones de dólares en 2021 a 170 mil millones de dólares en 2027, último año del mandato. Otro de importancia primordial es mantener la mayor participación de Corea del Sur en el mercado mundial de baterías y convertirse en uno de los tres principales fabricantes de robots del mundo.
Corea del Sur ocupa el segundo lugar entre los países desarrollados del mundo en 2020 en inversión en Investigación y Desarrollo (I+D). Sus gasto en ese capítulo alcanzaron en 2020 los 93,1 billones de wones (75 mil 400 millones de dólares), equivalente al 4,81 por ciento de su PIB. Tal cifra convirtió al país en el que más recursos destina a I+D entre los 38 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
La Federación de Industrias Coreanas instó al Gobierno a tomar medidas más firmes para apoyar a las grandes empresas, cuyo gasto en I+D representa más de la mitad del total. La nueva administración también planea impulsar la creación de la Comisión de Reforma de Pensiones Públicas.
Con respecto a las relaciones con la República Popular Democrática de Corea, algunas de las tareas priorizadas por Seúl son la desnuclearización completa y verificable de la península, la normalización de los vínculos intercoreanos y el fortalecimiento de la alianza militar con Estados Unidos.
El candidato a ministro de Defensa, Lee Jong-sup prometió impulsar esta alianza militar y ampliar la cooperación en defensa para beneficio mutuo. El presidente saliente, Moon Jae-in, también pidió a su sucesor coordinar con los Estados Unidos para reiniciar las negociaciones con Corea del Norte.
Con respecto a la desnuclearización de la península coreana, China declaró que está dispuesto a fortalecer la cooperación con la nueva administración de Corea del Sur para avanzar en la solución del problema.
La promesa electoral de aumentar el salario mensual de los soldados a dos millones de wones (mil 580 dólares estadounidenses) también figura en la lista de las tareas, pero ejecutada de forma escalonada hasta 2025.
Según el Comité de Transición, el nuevo Gobierno necesita más de 209 billones de wones (165 mil millones de dólares) del presupuesto de este año para implementar las tareas prioritarias.
En medio de las fuertes afectaciones la pandemia de la pandemia, el nuevo Gobierno de Corea del Sur enfrenta grandes desafíos, pero también avizora oportunidades para cumplir el objetivo de desarrollarse a pasos agigantados.
