Nuevos bríos para la economía mundial en 2022

Después de dos años turbulentos por la pandemia del Covid-19, se prevé que la economía mundial regrese con mayor firmeza a la trayectoria de crecimiento en 2022. La fuerte recuperación de las mayores economías como Estados Unidos y Japón y el impulso de crecimiento de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) infunden nuevos ímpetus a la economía global en 2022.

Foto de ilustración.
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Al evaluar las perspectivas de la economía mundial en 2022, los expertos creen que existen señales positivas, a pesar de las dificultades por delante. La recuperación económica en 2021 sigue consolidándose este año a medida que los países mantienen el estímulo de crecimiento y se eliminan de forma gradual los obstáculos en las cadenas de suministro.

Las principales economías del mundo continúan registrando indicativos alentadores en la recuperación. Entre ellas, se pronostica que Estados Unidos crecerá alrededor de un 4 por ciento, después de alcanzar en 2021 una tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) más rápida desde 1984. Los economistas esperan que esta tendencia ayude a esa potencia a curar las “heridas económicas” causadas por la pandemia.

Mientras, se prevé que el crecimiento en la eurozona alcance el 4,3 por ciento en 2022. También se espera que la economía de Japón se acelere en 2022 gracias a la recuperación del consumo y al aumento del volumen de exportación. El Gobierno nipón pronostica que su PIB aumentará un 2,6 por ciento en el año fiscal 2021, que terminará en marzo de 2022, y un 3,2 por ciento en el año fiscal 2022.

Junto con el crecimiento de las economías líderes, los especialistas indican que la RCEP, que consta de 15 países miembros en la región de Asia-Pacífico y entró en vigor el 1 de enero de 2022, creará un “nuevo impulso” para promover la recuperación económica regional y global.

Este acuerdo persigue el objetivo de eliminar aranceles para más del 90 por ciento de los productos, ampliar la posibilidad de acceso del mercado para los inversores, ajustar los procedimientos aduaneros y establecer principios comunes sobre el desarrollo del comercio electrónico y de las empresas.

En este sentido, la RCEP se considera como un catalizador para que la inversión y el comercio en la región expandan. Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, en inglés), la RCEP creará “un centro de intercambio comercial global” y ayudará a aumentar la exportación regional en 42 mil millones de dólares.

Ante estas evidencias positivas, el Fondo Monetario Internacional pronostica que la economía mundial en 2022 podría expandir en un 4,9 por ciento. Se prevé que el valor total de la economía mundial en 2022 supere los 100 billones de dólares, una cifra que se registraría por primera vez en la historia y se alcanzaría dos años antes de lo previsto.

Sin embargo, además de señales positivas, la economía mundial enfrentará retos. En consecuencia, la preocupación por nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 y las presiones inflacionarias siguen siendo riesgos que pueden ralentizar el crecimiento. Los acontecimientos sucedidos en los últimos dos años muestran que la evolución impredecible del Covid-19 puede cambiar todas las predicciones. La expansión a gran escala de la variante Ómicron en los primeros días del año podría obstaculizar el crecimiento económico mundial al reducir la demanda de los consumidores, especialmente en sectores sensibles a la situación pandémica como el turismo y la restauración. Más allá, Ómicron también podría agravar la interrupción de las cadenas de suministro globales que se están recuperando.

En China, el endurecimiento de la gestión de los puertos internacionales y las puertas fronterizas para prevenir la pandemia ha provocado la interrupción de la circulación de muchas mercancías. Ante la creciente demanda de bienes para la producción y el consumo en la actualidad, la interrupción de la cadena de suministro es una de las principales causas de inflación.

El banco más grande de Estados Unidos, JPMorgan, pronosticó que 2022 será un año de recuperación global completa y que todo volverá a ser como era antes de la pandemia. Sin embargo, para que esto se haga realidad, la comunidad internacional, los gobiernos, las empresas y los ciudadanos de todo el mundo deben unirse y esforzarse para prevenir y controlar el Covid-19, así como regular las políticas macroeconómicas y estimular la economía.