El año pasado, Cuba continuó perfeccionando el aparato estatal con las elecciones del presidente, el primer ministro y muchos otros cargos según la nueva Constitución, creando la base para construir un Estado de derecho moderno y adecuado a la actualización de su modelo socioeconómico, por la causa del desarrollo nacional.
El ministro de Economía de Cuba comentó que a pesar del endurecimiento del embargo por parte de Estados Unidos, la economía de la isla no cayó en recesión.
Resaltó que la nación caribeña llevó a cabo importantes reformas en el sistema de empresas estatales, aumentando el salario de los trabajadores y creando condiciones más favorables a los consumidores. El gobierno cubano estableció como objetivo un crecimiento económico del 1 por ciento en 2020 e implementó muchas medidas de promoción económica, aplicando oficialmente la política de "ventanilla única" en la concesión de licencias para los proyectos de inversión extranjera, informó.
Mientras tanto, el Gobierno de Venezuela continuó fortaleciendo la unidad en el país y siguió firmemente su camino revolucionario con la aplicación de políticas sociales al servicio de los intereses de la ciudanía, previniendo y enfrentando efectivamente las conspiraciones desestabilizadoras. Sin embargo, Caracas todavía necesita superar muchos desafíos, tanto políticos como económicos, especialmente cuando la vida de los ciudadanos se ve seriamente afectada por el bloqueo impuesto por Estados Unidos.
Por su parte, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llamó a los miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur) a ratificar e implementar los acuerdos de libre comercio suscritos con otros socios, en particular la Unión Europea (UE). No obstante, las grietas en este bloque son cada vez más evidentes, especialmente entre las dos "locomotoras" de América Latina, Brasil y Argentina. Además, esos dos países tuvieron que enfrentar retos desde el exterior, cuando Estados Unidos advirtió sobre la posibilidad de volver a imponer impuestos sobre el acero y el aluminio que importa desde ambos mercados.
A fines de 2019, el Gobierno argentino promulgó un paquete de leyes ante la emergencia económica. La prioridad de Buenos Aires es implementar medidas para apoyar a los más afectados por la recesión económica, que provocó alta tasa de inflación y pobreza durante casi dos años. Los progresistas en América Latina esperan que el retorno al poder de las fuerzas de izquierda en Argentina traiga más justicia, con nuevas políticas a favor de la gran mayoría de las personas, creando así un impulso para restaurar el desarrollo de esta nación sudamericana.
Expertos difunden nuevas técnicas entre agricultores de la provincia de Córdoba, Argentina. (Fotografía: Noticias AG)
El año anterior fue testigo de numerosas manifestaciones en Chile, Ecuador y Colombia para protestar contra la desigualdad social y presionar a los respectivos Gobiernos a realizar reformas. A principios del mes pasado, el Gobierno chileno anunció un paquete de recuperación económica de cinco mil 500 millones de dólares y un plan para emitir bonos en moneda extranjera para revivir la economía, severamente dañada por las protestas. En un intento por estabilizar la situación, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, decretó una reforma a la Constitución, abriendo el camino a la redacción de una nueva Carta Magna cuyo primer paso será un referéndum en abril de este año.
Mientras, los Gobiernos de Ecuador y Colombia también se están esforzando por encontrar soluciones a los problemas relacionados con la reforma de la economía, el sistema de salud y las pensiones, así como para poner fin a la violencia, la corrupción y otros problemas.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el año pasado la economía de la región registró una baja tasa de crecimiento, del 0,1 por ciento, debido a un contexto socioeconómico "extremadamente complicado". La entidad pronosticó que el crecimiento económico en América Latina y el Caribe en el lapso 2014-2020 se encontrará en el nivel más bajo en las últimas cuatro décadas.
Consideró asimismo que aparte de la recesión económica global, las principales causas de las dificultades económicas en América Latina son las grandes fluctuaciones en la política interna de los países y el incremento de las desigualdades sociales.
Los expertos pronostican que la situación en América Latina aún impregna muchos factores impredecibles porque las causas subyacentes de la inestabilidad no se han resuelto por completo. En este contexto, las instituciones financieras mundiales exhortaron a los países latinoamericanos a promover políticas socioeconómicas inclusivas y sostenibles e impulsar la integración y el libre comercio.