El mundo ante el riesgo de epidemias superpuestas

La nueva ola de Covid-19 en muchos países, junto con el brote simultáneo de enfermedades respiratorias, está sumiendo al sistema de salud mundial a un "invierno pandémico". La psicología y el descuido de algunas personas es el principal obstáculo a los esfuerzos por impedir la propagación del coronavirus.
Vacunación contra el Covid-19 para personas mayores en Martinsburg, West Virginia, Estados Unidos, en marzo de 2021. (Fotografía: Reuters)
Vacunación contra el Covid-19 para personas mayores en Martinsburg, West Virginia, Estados Unidos, en marzo de 2021. (Fotografía: Reuters)

Según el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se espera que la emergencia sanitaria internacional por el Covid-19 llegue a su fase final, pero el deseo todavía no se ha hecho realidad.

En los últimos días, los casos del Covid-19 volvieron a subir a nivel global, advirtiendo que la pandemia no ha terminado y el letal virus no dejará de evolucionar, amenazando con provocar brotes en cualquier país, en cualquier momento.

El jefe de la OMS señaló que las fallas en las estrategias para prevenir y combatir la pandemia en 2022 continúan creando condiciones favorables para que surja una nueva variante mortal.

De hecho, en los últimos días, los casos del Covid-19 volvieron a subiren todo el mundo, lo que advierte de que la pandemia no ha terminado y de que el letal virus no dejará de evolucionar, amenazando con provocar brotes en cualquier país, en cualquier momento.

El condado de Los Ángeles, el más poblado de Estados Unidos, reportó un promedio de dos mil 700 nuevos casos de coronavirus por día, un aumento del 180 por ciento desde principios de noviembre. Francia también corre el riesgo de sufrir una nueva oleada de la enfermedad con más de 40 mil infecciones reportadas diariamente.

Perú enfrenta la quinta ola de contagios, mientras Australia se acerca al pico de la cuarta ola. Las estadísticas de los casos confirmados a nivel mundial muestran que el Covid-19 sigue siendo una amenaza.

La experiencia adquirida tras un largo periodo de lucha contra la pandemia, junto con la introducción de diferentes tipos de vacuna contra este virus mortal, ha creado un punto de inflexión importante en la lucha contra el mal.

Sin embargo, la relajación de las regulaciones sobre el control del Covid-19 en muchos países indujo a una parte de la población a creer erróneamente que la pandemia ya pasó y a perder el miedo a contagiarse, lo que llevó a la psicología desprevenida, al descuido de la prevención de la enfermedad y al retraso de la campaña de vacunación de refuerzo.

En Francia, solo el 20 por ciento de las personas del grupo de alto riesgo recibieron la segunda dosis de refuerzo de la vacuna contra el Covid-19. En Estados Unidos, los expertos sanitarios también llamaron a la administración de las vacunas de refuerzo antes de comenzar las vacaciones navideñas.

El sistema de salud mundial encara una presión cada vez mayor debido a los brotes de otras enfermedades comunes de invierno y primavera, como la gripe, la bronquiolitis y el sarampión.

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos informó que los hospitales del país enfrentan una sobrecarga de pacientes con enfermedades respiratorias como la influenza, el virus sincicial respiratorio (RSV) y el nuevo coronavirus.

El número de ingresos hospitalarios generados por la gripe en ese país registra su nivel más alto en una década. El CDC estiman que ha habido al menos 8,7 millones de personas enfermas y 78 mil hospitalizaciones por influenza en esta temporada.

Europa también registró un aumento en los casos de gripe estacional y RSV. Las personas mayores de 55 años son particularmente vulnerables y este grupo representa casi la mitad de las hospitalizaciones por influenza desde octubre de 2022 hasta la fecha.

Otra amenaza para muchos países durante el invierno es el sarampión. La OMS advirtió que la tasa de vacunación contra este mal está en continuo descenso, mientras la deficiencia en el seguimiento y el control de la enfermedad y el retraso en la respuesta debido al Covid-19, hacen del sarampión una amenaza inminente en todo el mundo.

Según la OMS, la inmunidad contra el sarampión se debilita drásticamente, pues en 2021 casi 40 millones de niños perdieron una dosis de la vacuna contra la enfermedad, una cifra récord.

Entretanto, el resurgimiento de los contagios del Covid-19 y muchas otras enfermedades este invierno constituyen una advertencia al mundo sobre la complejidad e imprevisibilidad de la situación epidémica.

Las lecciones sobre la prevención de las epidemias y la necesidad de no bajar la guardia deben plantearse una vez más para que las personas puedan disfrutar de unas tranquilas vacaciones de fin de año.