El jefe de la mayor organización multilateral del planeta también instó a tomar medidas urgentes destinadas a ayudar a los países en desarrollo a transitar hacia la energía limpia, en medio de una creciente desigualdad, el aumento de los precios de los alimentos y la energía junto con el riesgo de una recesión mundial.
La crisis provocada por la pandemia de Covid-19, el cambio climático y los conflictos ejercen un impacto severo en la vida de los más pobres. Según datos de la ONU, alrededor de mil 300 millones de personas en el mundo siguen viviendo en la pobreza, la inseguridad alimentaria y los ingresos precarios, y casi la mitad son niños y jóvenes. Según el Banco Mundial, entre 143 y 163 millones de personas fueron lanzadas por la pandemia al umbral de la pobreza en 2021, mientras en 2020 la pobreza aumentó en 8,1 por ciento en 2020.
Casi la mitad de los nuevos pobres están en el sur de Asia, y más de un tercio en el África subsahariana. Después de estudiar datos de 22 países, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estimó que la pobreza infantil creció 19 por ciento en Europa del Este y Asia Central desde 2021, es decir, cuatro millones de niños más durante los últimos doce meses, a raíz de los conflictos y al aumento de la inflación.
Los impactos negativos de la pandemia, los conflictos y el cambio climático amplían aún más la brecha entre ricos y pobres y la desigualdad. Los países en desarrollo, aunque no son los principales contribuyentes al cambio climático, son los que más sufren ese fenómeno.
La desigualdad es un problema prevaleciente que provoca graves consecuencias, pues muchas personas están sujetas a discriminación y privados de los derechos humanos básicos, no disfrutan de los beneficios de una educación y carecen de servicios médicos de calidad.
El aumento de la desigualdad y la pobreza obstaculiza el progreso social y es un estorbo para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Dado que en 2023 la ONU realizará una revisión intermedia sobre el alcance de estas metas, esa será una oportunidad para que los Gobiernos reafirmen su determinación de desplegar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y se comprometan a tomar medidas sustentables para erradicar la pobreza, crear oportunidades de trabajo para todos y construir una sociedad más igualitaria y filantrópica.
La eliminación de la pobreza no solo es una meta prioritaria de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, sino también un elemento esencial para construir vidas sostenibles y defender la dignidad de todos.
Con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, la ONU llama al mundo a unirse para alcanzar el objetivo de eliminar la pobreza, compartir dificultades y ayudar a millones de personas que luchan sus vidas todos los días.
En medio de semejante proceso, es más necesaria que nunca la estrecha cooperación de los Gobiernos, las organizaciones internacionales y todos los ciudadanos para resolver los problemas urgentes, garantizar la seguridad alimentaria, los medios de vida sostenibles y la justicia social.
