El 2021 fue un año trágico para los migrantes que intentaron llegar a la "tierra prometida de Europa" por mar. Tragedias como el hundimiento de barcos y el naufragio ya no son extrañas en los mares europeos.
De acuerdo con un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en el último año unas mil 600 personas murieron o desaparecieron mientras cruzaban el Mediterráneo en botes auxiliares o viejos barcos desvencijados. El Canal de la Mancha, que conecta Francia y el Reino Unido, registró en 2021 una ola migratoria de unas 28 mil personas, el nivel más alto de la historia.
El año pasado también presenció una crisis migratoria sin precedentes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. En medio del frío gélido del invierno, miles de migrantes tuvieron que pasar los días sin alojamiento, alimentos y medicinas cuando quedaron atrapados en la zona fronteriza. Estos "tristes registros" arrojan una sombra sobre el panorama migratorio de Europa.
Con el deseo de escapar de la espiral de conflicto y pobreza en su país, los migrantes, principalmente de Oriente Medio y el norte de África, están dispuestos a arriesgar sus vidas para emprender un peligroso viaje hacia Europa. Detrás de sus sueños, hay una cruel realidad. Los grupos de traficantes han encontrado varios “trucos” para llevar a los inmigrantes a Europa ilegalmente.
Según la agencia AP, un nuevo método utilizado por los traficantes es usar yates de lujo y viajar por rutas menos conocidas, como desde Turquía a Calabria (Italia) para el contrabando de personas. Algunos testigos presenciales dijeron a AP que cada migrante tiene que pagar un promedio de ocho mil 500 dólares para los adultos y cuatro mil dólares para los niños. A pesar de gastar una gran suma de dinero, los desplazados pasan una mala experiencia cuando los traficantes hacinan a unas cien personas debajo de cada cubierta para evadir a la patrulla de las fuerzas de orden.
Frente a la creciente crisis migratoria, la UE sigue teniendo respuestas controvertidas al respecto. Con el fin de proteger sus fronteras, algunos países europeos decidieron levantar vallas para contener la ola de inmigrantes y, al mismo tiempo, solicitaron a la UE financiación a fin de mantener esta medida. Sin embargo, la Comisión Europea (CE) se opone a la construcción de muros de bloqueo a los desplazados, insistiendo en que se trata solo de un remedio a corto plazo, incompatible con los valores comunes del bloque regional. También insiste en que jamás financiará dichos muros fronterizos.
De acuerdo con los observadores, lo que está sucediendo en el mar Mediterráneo muestra las limitaciones de la política de “puerta cerrada” hacia los migrantes. Mientras tanto, los investigadores subrayaron que, entre las cinco grandes crisis que ha experimentado en la última década la UE, incluidos la crisis financiera, el terrorismo, la migración, el Brexit y la crisis sanitaria, la migración es la única que divide de manera profunda y persistente a las naciones.
Tras numerosas reuniones y propuestas, la UE aún está confundida para encontrar una solución eficaz al problema migratorio. Según los expertos, la agrupación debería considerar ajustar el marco legal relacionado con la migración para tener un enfoque más adecuado, en el contexto de que el asunto migratorio se vuelve cada vez más urgente debido a la pandemia de Covid-19.