La videoconferencia de la OPEP+ enfatizó la importancia de mercados estables y equilibrados, por lo que decidió incrementar la producción en 648 mil barriles por día (bpd) en julio y agosto, por encima de sus aumentos mensuales anteriores de 432 mil bpd.
La Casa Blanca aplaudió la decisión por considerar que ayuda a aliviar las tensiones en el suministro de petróleo y la escalada de los precios del combustible en Estados Unidos.
Los precios del crudo subieron a un máximo en dos meses luego de llegar la UE a un consenso sobre el embargo de las importaciones de petróleo ruso. En consecuencia, los líderes de la UE decidieron reducir alrededor del 90 por ciento de las compras de crudo ruso para finales de año y, al mismo tiempo, resolver los puntos muertos en las negociaciones con Hungría sobre un paquete de sanciones más estricto de la UE contra Moscú. Los estados miembros del bloque acordaron renunciar a comprar petróleo ruso transportado por mar, que cubre más de dos tercios de sus importaciones totales.
Los 13 miembros de la OPEP y los 10 socios disminuyeron drásticamente la producción de petróleo en 2020, cuando la pandemia de Covid-19 hizo caer la demanda.
Debido a la demanda creciente de los principales consumidores mundiales de crudo, la OPEP+ aumentó la producción en 400 mil bpd cada mes desde el año pasado, pero de cualquier modo los precios del “oro negro” alcanzaron un máximo histórico en marzo.
La decisión de la OPEP+ de aumentar aún más la producción de petróleo pretende llenar el vacío en el suministro desde Rusia debido a las sanciones de la UE. Washington reconoce el importante papel desempeñado por Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait e Irak en secundar el aumento.
Sin embargo, tal movimiento no es suficiente para estabilizar los precios del crudo. El corte del grueso de las importaciones de petróleo de Rusia por parte de la UE perturbará significativamente el mercado mundial y causará mucho daño a ambas partes.
El mercado petrolero ha sufrido un gran golpe porque la UE tiene que aumentar las compras a otros países para compensar la caída de suministro de Rusia. Según prevé la Agencia Internacional de la Energía, en 2022 los miembros de la UE y el Reino Unido consumirán 13,5 millones de barriles diarios, el 13,6 por ciento del total mundial.
El aumento de la producción de crudo por la OPEP+ es bien recibido por los países consumidores de energía, incluidos Estados Unidos y Europa, pero a los miembros de la organización les preocupa que cuando los precios se desplomen, caigan en un déficit presupuestario repentino, como sucedió hace unos años.
El mercado petrolero mundial sigue siendo muy impredecible no solo por la decisión de UE sobre la prohibición de las compras de crudo ruso, sino también por otras muchas variables. La perspectiva poco clara del proceso de negociación para restaurar el acuerdo nuclear con Irán y los complicados desarrollos de la pandemia de Covid-19 con el riesgo de aparición de nuevas variantes de virus SARS-CoV-2, son otros factores que pudieran afectar la estabilidad del mercado del "oro negro".