Según una encuesta recién publicada por los expertos del grupo proveedor de información y datos financieros IHS Markit, la economía de la eurozona se ha "transformado fuertemente" después del levantamiento de las restricciones por la pandemia del coronavirus. El Índice de Gestores de Compras (PMI) compilado por IHS Markit muestra que la actividad comercial en la región subió de 59,5 puntos en junio a 60,6 puntos en julio.
Con anterioridad, la Comisión Europea (CE) elevó drásticamente su pronóstico de crecimiento para la zona euro, el cual, según este organismo, crecerá un 4,8 por ciento en 2021 y un 4,5 por ciento en 2022, respectivamente. La CE también pronosticó que la tasa de inflación de los 19 miembros de la "gran familia de la eurozona" podría subir al 1,9 por ciento este año, cifra que aún cumple con la meta de mantener la tasa de inflación por debajo del 2 por ciento fijada por el Banco Central Europeo.
Según analistas, la campaña de vacunación contra el Covid-19 ha contribuido a reducir en gran medida el número de nuevas infecciones, lo que ha permitido a los Estados miembros de la Unión Europea reabrir sus economías y ha creado un impulso para el crecimiento económico en la zona euro.
Sin embargo, las perspectivas económicas de la región siguen siendo frágiles ante el "viento en contra" representado por la variante Delta que amenaza a Europa y al resto del mundo. El economista jefe de IHS Markit, Chris Williamson, dijo que la propagación de esa variante del coronavirus ha disminuido la confianza de las empresas europeas.
Con el reciente incremento del número de contagios por el Covid-19 en el Reino Unido, las empresas temen que las medidas contra la pandemia vuelvan a crear un caos económico. Por otro lado, las cadenas de suministro mundiales continúan estancadas, aumentando así los precios de las mercancías. Se trata de una gran desventaja para la recuperación económica de la eurozona, con la cual la tasa de inflación de la región podría situarse incluso por encima del 2 por ciento.
En el contexto de la creciente interdependencia entre economías debido al impacto de la pandemia, ninguna de ellas puede mantenerse al margen de la llamada "espiral epidémica". En este sentido, compartir vacunas de forma equitativa y justa y unir fuerzas para luchar contra la pandemia a escala mundial es la única forma de ayudar a la economía de la eurozona, en particular, y a las economías del mundo, en general, a evitar los "vientos de cara" provenientes del nuevo coronavirus.