Hace 80 años, el 23 de septiembre de 1945, tan solo 21 días después de que el presidente Ho Chi Minh proclamara la independencia que dio lugar a la República Democrática de Vietnam, los colonialistas franceses abrieron fuego en Saigón, decididos a invadir de nuevo nuestro país. Los pueblos del sur, que aún no habían disfrutado de la paz, la independencia y la libertad, decidieron tomar las armas para conquistarlas de una vez por todas.
Bajo el liderazgo del Partido y del Presidente Ho Chi Minh, el pueblo del Sur, decidido y unido, continuó la lucha y abrió una nueva y gloriosa etapa histórica: la Resistencia del Sur.
Con armas primitivas, principalmente afiladas varas de bambú, lanzas y palos, pero con un espíritu de lucha tenaz e indomable, el ejército y el pueblo en el Sur ofrecieron una “resistencia de tierra arrasada, con ataques internos y cerco externo”, para contener a las tropas francesas en ciudades y pueblos, impidiendo el avance de la invasión y asestando el primer golpe contundente al plan del enemigo de alcanzar una rápida victoria. Ello fue decisivo para preservar el gobierno popular y la soberanía nacional.
La fuerza de la unidad nacional convirtió el Sur en una fortaleza inexpugnable, mermó a las fuerzas enemigas y mantuvo a las tropas francesas atrapadas durante 15 meses, tiempo precioso para que todo el país preparara las condiciones, las fuerzas y los recursos materiales para una resistencia a largo plazo.
"Antes sacrificarlo todo que perder la patria y convertirse en esclavo", resonó en las calles de Saigón y en todas las provincias sureñas. Las resonantes batallas de Thi Nghe, Phu Lam y Cau Bong serán recordadas para siempre por el pueblo del sur como hermosos símbolos del patriotismo y la voluntad de superar todas las dificultades. Todas ellas continuaron la tradición de preservar y defender la patria de nuestros antepasados.
El presidente Ho Chi Minh envió en repetidas ocasiones cartas de elogio y dedicó al pueblo del Sur cuatro gloriosas palabras "Fortaleza firme de la Patria". En uno de sus llamados a la resistencia, expresó: "Del Sur al Norte, nuestro pueblo está siempre en pie de guerra. Millones de personas están unidas como una sola, decididas a derrotar a los invasores. Ningún ejército ni arma puede vencer el espíritu de sacrificio de toda una nación".
El espíritu de "fortaleza firme" del Sur se difundió por todo el país, animando a la población y a los soldados, y guió al barco revolucionario vietnamita hacia la victoria total en la primavera de 1975, y la reunificación del país.
Las heroicas e indomables melodías "Arriesgamos nuestras vidas por la patria/ Sacrificamos nuestras vidas en pago al pasado/ Miles de años después, nuestra heroica reputación perdurará" resuenan todavía en el cielo y el mar de la Patria, instando a cada ciudadano a dar lo mejor de sí a la construcción y el desarrollo, a enriquecer la Patria, a estar a la altura de las grandes naciones, como una vez deseó el Presidente Ho Chi Minh.
Durante los últimos 80 años, el espíritu heroico de la resistencia del Sur se ha transmitido de generación en generación, convirtiéndose en una fuente de motivación espiritual en la lucha por la independencia, la reunificación, la construcción y la defensa de la Patria.
El Día de la Resistencia del Sur es una página heroica en la historia del país que nos dejó valiosas lecciones, especialmente la de tomar el espíritu de la Revolución de Agosto como impulso, el patriotismo y la gran unidad nacional. La Resistencia del Sur es un legado eterno y valioso que hace resplandecer a Vietnam en la nueva era de desarrollo del país. Estos tiempos plantean oportunidades y desafíos, pero la tradición de unidad, la voluntad indomable y la firmeza inquebrantable siempre serán el gran motor que impulse al partido, al pueblo y al ejército a lograr nuevos avances económicos, sociales y culturales, en la construcción de un Vietnam fuerte, próspero y feliz.