“Aquellos tanques entrando al Palacio de la Independencia no solo liberaron Vietnam, sino que iluminaron el camino de todos los pueblos que luchan por su libertad”, afirma con voz emocionada este hombre que dedicó 59 años a la solidaridad con Vietnam.
“Nosotros, los cubanos que luchamos contra la dictadura de Batista, sentimos esa victoria como propia. Demostró que un pueblo pequeño puede derrotar al imperio más poderoso”, expresó.
El veterano revolucionario, quien dirigió el Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam del Sur, enfatizó que la victoria del 30 de abril no fue meramente militar, sino la culminación de un proceso de lucha tenaz arraigado en el pensamiento de Ho Chi Minh.
“Desde 1930, al fundar el Partido Comunista de Indochina, el Presidente Ho Chi Minh sentó las bases para la liberación nacional mediante la gran unidad popular. Su visión de unidad nacional mostró que intelectuales y campesinos podían juntos derrotar a un imperio”, destacó.
Suengas admiró profundamente la estrategia vietnamita de combinar la lucha armada con la diplomacia. “Mientras el pueblo del Norte resistía los bombardeos B-52, los diplomáticos mantuvieron firmeza en las negociaciones de París. ¡Fue una combinación perfecta de valor militar y sabiduría política!”, analizó.
Sus ojos brillan al evocar 1970, cuando trabajó hombro a hombro con combatientes vietnamitas en los cañaverales cubanos. “Bajo el sol abrasador, trabajaban como si estuvieran defendiendo su propia tierra. Ahí entendí que nuestros pueblos, aunque separados por océanos, laten con el mismo corazón”.
El veterano revolucionario relata cómo toda Cuba vivió la guerra de Vietnam: médicos voluntarios, el Ballet Nacional actuando en un Vietnam aún en plena guerra, y miles de jóvenes dispuestos a luchar junto a Vietnam. “Fidel lo resumió: 'Por Vietnam estamos dispuestos a dar hasta nuestra sangre'. No eran palabras vacías, era el sentimiento de un pueblo”.
Para este luchador antiimperialista, medio siglo después, la lección sigue vigente: “La unidad hace invencible a un pueblo. Vietnam lo demostró, y su faro sigue guiando a quienes luchan por un mundo más justo”.
En su voz aún resuena el eco de aquella victoria que cambió la historia.