Durante una entrevista concedida a la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA), Minh Khuong declaró que este triunfo es un poderoso testimonio del espíritu inquebrantable, la unidad y la determinación de una nación que luchaba por su independencia y la reunificación, así como una fuerza capaz de superar cualquier obstáculo.
En opinión del analista, Vietnam no se durmió en los laureles, sino que emprendió una trayectoria inspiradora, desde la causa del Doi Moi (Renovación) de 1986 hasta el desarrollo de relaciones cada vez más estrechas con los países que antes eran enemigos.
Desde una perspectiva global, el profesor enfatizó que esta victoria es vista con especial admiración y respeto por la comunidad internacional, especialmente en el contexto de la transición mundial hacia un nuevo modelo de desarrollo caracterizado por la revolución tecnológica, la globalización y los feroces conflictos en curso.
En los últimos 50 años, Vietnam ha crecido a un nivel que muchas generaciones anteriores no podrían haber imaginado. Si bien aún quedan varias áreas por mejorar, ha logrado avances impresionantes, gracias a las estrategias acertadas de integración y desarrollo, aseguró.
Minh Khuong agregó que los cambios significativos, como el aprovechamiento del poder de los mecanismos y la transición de la externalización a la tecnología digital, están ayudando a Vietnam a lograr importantes avances.
El especialista también resaltó los tres factores cruciales para el desarrollo de la nación indochina en la nueva era: la sinergia nacional, los líderes visionarios y la motivación de las generaciones más jóvenes.
Si puede aplicar el espíritu de la victoria del 30 de abril, a saber pensar en grande e implementar a tiempo y de manera definitiva, Vietnam resurgirá y brillará, no sólo en el ámbito regional sino también en arena mundial, concluyó.