El informe muestra que la tasa de crecimiento económico de Vietnam se ralentizó del ocho por ciento en 2022 al 3,7 por ciento en la primera mitad de este año.
Se prevé que la demanda interna siga siendo el principal motor impulsor del crecimiento en 2023. El consumo privado se mantendrá estable, con una tasa de crecimiento anual del seis por ciento, ligeramente por debajo de la cifra previa a la pandemia del siete por ciento en 2019.
El BM predijo que la inversión contribuirá con 1,8 puntos porcentuales al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Pronosticó que debido a las incertidumbres en el mundo, la inversión privada aumentará levemente un 4,3 por ciento con respecto a 2022, una tasa baja en comparación con el 8,2 por ciento en 2019, lo que coadyuvará con 1,2 puntos porcentuales al PIB. Sin embargo, se espera que la inversión pública se impulse, un 9,5 por ciento más que el año anterior, contribuyendo con 0,6 puntos porcentuales al crecimiento.
Con la relajación de las restricciones de liquidez y la continua emisión por el Banco Estatal de Vietnam de orientaciones para la reestructuración de los plazos de reembolso, el país superará las limitaciones financieras de los sectores de bienes raíces y construcción, ayudando a la inversión privada a recuperarse gradualmente a partir de 2024, precisó la institución financiera.
Por otro lado, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se incrementará ligeramente de un promedio de 3,1 por ciento en 2022 a 3,5 por ciento en 2023. La inflación del IPC se estabilizará en tres por ciento en 2024 y 2025 sobre la base de la expectativa de que los precios de la energía y las materias primas se mantengan estables en el año venidero.
Carolyn Turk, directora del Banco Mundial para Vietnam, dijo que la economía del país indochino enfrenta desafíos debido a factores internos y externos.
Para promover el crecimiento económico, el Gobierno puede apoyar la demanda agregada con la promoción efectiva de la inversión pública, a fin de crear puestos de trabajo y estimular las actividades económicas, sugirió.
Además de las medidas a corto plazo, el Gobierno no debe ignorar las reformas institucionales y estructurales, particularmente en los sectores de energía y banca, ya que son imprescindibles para el crecimiento duradero, subrayó.