Según el artículo, el país indochino se ha convertido en uno de los principales beneficiarios de los esfuerzos de los fabricantes para “reducir el riesgo” a medida que se aceleran las tensiones geopolíticas.
En 2020, la inversión extranjera directa en Vietnam alcanzó más de 20 mil millones de dólares, apuntó el diario, y concretó que numerosas grandes corporaciones tecnológicas como Dell, Google, Microsoft y Apple han trasladado parte de sus cadenas de suministro a Vietnam en los últimos años y continuarán con este cambio de producción.
El rápido crecimiento impulsado por las exportaciones ha ayudado a millones de vietnamitas a salir de la pobreza en las últimas décadas, pero la economía de Vietnam se encuentra ahora en una encrucijada.
A corto plazo, para seguir atrayendo a los inversores, Vietnam necesita reforzar su entorno empresarial. A largo plazo, para cumplir con el ambicioso objetivo de convertirse en una economía de altos ingresos para 2045, el país indochino debe aprovechar el impulso del crecimiento de la manufactura para diversificar su economía, puntualizó el artículo.
Por otro lado, agregó que durante la próxima década, Vietnam debe aumentar su capacidad productiva para satisfacer las crecientes demandas de inversión de los fabricantes, además de reinvertir en los campos más productivos y ricos en conocimiento, para cumplir su meta de 2045.
Los servicios básicos como finanzas, logística y servicios legales crean empleos altamente calificados y agregan valor a las industrias existentes, sugirió el diario.
El entusiasmo empresarial en Vietnam está justificado, pero queda mucho trabajo por hacer para convertir la tendencia actual de “reducir riesgos” hacia la prosperidad a largo plazo, comentó Financial Times.