Ese crecimiento, el más alto en los últimos cinco años, excluyendo los años de pandemia, refleja no solo una rápida recuperación del poder adquisitivo sino también una restauración de la confianza del consumidor en la economía doméstica. Las autoridades destacan el papel del programa “Los vietnamitas dan prioridad a los productos nacionales” en este resurgimiento del consumo interno.
La infraestructura comercial moderna continúa expandiéndose significativamente, con mil 293 supermercados y 276 centros comerciales en todo el país, complementados por una red de ocho mil 274 mercados tradicionales. Sin embargo, el informe señala una marcada disparidad geográfica: casi el 50 por ciento de los establecimientos modernos se concentran en las grandes ciudades como Hanói, Ciudad Ho Chi Minh, Da Nang y Hai Phong, mientras que las zonas rurales y montañosas siguen dependiendo principalmente de los mercados tradicionales.
Uno de los hallazgos más destacados del informe es el auge del comercio electrónico, que alcanzó un volumen de 32 mil millones de dólares en 2025, representando casi el 12 por ciento de las ventas minoristas totales del país. Este sector creció a un ritmo superior al 20 por ciento interanual, el segundo más rápido del Sudeste Asiático, impulsado por un cambio en el comportamiento del consumidor y una fuerte inversión empresarial en tecnología digital, sistemas de pago sin efectivo y plataformas de venta en línea y transmisiones en vivo.
Un análisis de la estructura del gasto revela que, aunque Vietnam está en una senda de desarrollo, las necesidades básicas aún dominan el consumo. El grupo de alimentos y bebidas representa la mayor proporción (34,1 por ciento) de las ventas minoristas de bienes. No obstante, se observa una clara tendencia: el gasto en servicios (alojamiento, comida, turismo) está creciendo a un ritmo más acelerado (12-14 por ciento anual) que el gasto en bienes, acercándose a los patrones de las economías desarrolladas donde los consumidores priorizan la calidad de vida y las experiencias.
El informe también aborda con objetividad los desafíos persistentes del mercado interno. La alta integración económica de Vietnam lo hace vulnerable a las fluctuaciones del mercado global. El entorno empresarial aún enfrenta obstáculos en trámites administrativos, costos de espacio y calidad de la mano de obra. La infraestructura de transporte, pagos y telecomunicaciones sigue siendo desigual, especialmente en las zonas rurales. Además, en 2025, las fluctuaciones cambiarias, las presiones inflacionarias externas y las preocupaciones sobre el empleo debido a la automatización y la inteligencia artificial afectaron la psicología del consumidor.
A pesar de una mejora, la competitividad de las empresas nacionales sigue siendo inferior a la de las multinacionales, particularmente en términos de escala, tecnología y gestión moderna.
Las perspectivas para el período 2026-2030 son prometedoras. Con una población de más de 100 millones, una estructura demográfica joven y un ingreso per cápita en rápido crecimiento, Vietnam está posicionado para convertirse en uno de los mercados minoristas más grandes de la región. Se proyecta que el comercio electrónico alcance los 50 mil millones de dólares para 2030, consolidando a Vietnam como uno de los mercados de más rápido crecimiento en el Sudeste Asiático.
Al proporcionar una imagen integral del mercado interno, este informe sirve como una herramienta valiosa para los formuladores de políticas y las empresas en la toma de decisiones estratégicas, ofreciendo una referencia clave para comprender las realidades económicas, las tendencias de consumo y las condiciones del mercado en uno de los países de más rápido desarrollo de la región.
