Así lo planteó Lam Viet Tung, presidente de la Asociación de Intelectuales Vietnamitas en los Países Bajos, quien como experto en consultoría de tecnología de la información y telecomunicaciones, agregó que el transporte ferroviario es capaz de cargar una gran cantidad de mercancías, ahorrar energía y reducir el costo de carga.
De acuerdo con el Buró Político del Partido Comunista de Vietnam, el proyecto tiene cinco objetivos principales: el impulso económico; la conexión regional; la creación de una premisa y una fuerza impulsora para el desarrollo del sector ferroviario y las industrias de apoyo; el desarrollo de un transporte moderno y sostenible, respetuoso con el medio ambiente; y la contribución a la defensa y seguridad.
Sin embargo, Viet Tung considera que el Informe de estudio de pre-factibilidad del Ministerio de Transporte debe tener objetivos más claros, incluidos una arquitectura integral de la red de transporte nacional. En particular, el ferrocarril debe conectarse con otros sistemas de transporte y países vecinos, además de servir tanto a la economía como a la defensa nacional cuando sea necesario.
Añadió que si el proyecto no tiene objetivos detallados, requisitos claros y una arquitectura integral, será muy difícil llegar a una conclusión precisa sobre los costos del proyecto. El valor estimado de 67 mil millones de dólares (44 millones de dólares por kilómetro) que presentó el Ministerio de Transporte no es convincente, ya que en otros países los costos de construcción de trenes de alta velocidad son mucho más bajos.
En China, ejemplificó, los costos de construcción son de 17 a 21 millones de dólares por kilómetro, mientras que en Europa son de 20 a 30 millones de euros. Francia ha reducido los costos a 10 millones de euros por kilómetro adaptándose al terreno en lugar de construir demasiados viaductos y túneles.
El Ministerio de Transporte propone una velocidad máxima de 350 km/h pero solo para pasajeros, mientras que el sistema actual, obsoleto, seguirá siendo utilizado para mercancías, lo que desperdiciará terreno y no cumplirá con los objetivos establecidos. Si solo transporta pasajeros, los costos serán altos y será difícil competir con el transporte aéreo, lo que dificultará la recuperación de la inversión y generará una carga para las futuras generaciones, reflexionó.
Viet Tung sugirió construir un sistema que transporte tanto pasajeros como mercancías para reducir los costos operativos. Este debería comenzar en áreas con un alto volumen de mercancías, como desde el delta del Mekong hasta Ciudad Ho Chi Minh, lo que reduciría la presión sobre el tráfico vial y contribuiría a la protección del medio ambiente.
Según su evaluación, un tren con una velocidad máxima de 250 km/h (tren de unidad eléctrica múltiple) es adecuado tanto para el transporte de mercancías como de pasajeros, además de tener un impacto ambiental mínimo.
Pero, si se elige esta opción, cuando Vietnam quiera actualizar a trenes de levitación magnética, se requerirá una nueva inversión ya que el sistema actual no será compatible. Si se opta por trenes a 350 km/h, propuso usar trenes de levitación magnética, que es la tendencia mundial, con velocidades de hasta 650 km/h, lo que permitirá competir con los vuelos de menos de mil kilómetros.
Recomienda que el Gobierno debería crear un Comité de Gestión del Proyecto, compuesto por un gerente de proyecto, un arquitecto jefe y el inversor principal, para preparar un nuevo informe de viabilidad y supervisar la implementación. El equipo asesor deberá detallar los requisitos técnicos, comerciales y operativos, además de contratar a arquitectos extranjeros para diseñar la arquitectura general del proyecto.
Independientemente de la opción elegida, Viet Tung destaca que Vietnam necesita implementar el proyecto rápidamente para hacer realidad el sueño del tren de alta velocidad, en línea con las tendencias modernas de transporte a nivel mundial.