Afirmó que la economía vietnamita tiene muchos motores de crecimiento, entre ellos un dividendo demográfico, una mano de obra abundante y altamente cualificada y un alto índice de urbanización.
Señaló que Vietnam aspira a convertirse en un país de renta media-alta en 2030 y en un país de renta alta en 2050. Una mano de obra altamente cualificada y asequible, con una tasa media de alfabetización de adultos de hasta el 98 por ciento, es una de las razones por las que el país indochino resulta cada vez más atractivo para los inversores extranjeros que buscan diversificar su cadena de suministro, como la empresa estadounidense Apple, explicó.
Por su parte, el Departamento de Investigación Global del Banco HSBC publicó recientemente un informe sobre el desarrollo económico de Vietnam, afirmando que sigue siendo una plaza muy apreciada por las empresas extranjeras.
Indicó que en los últimos 20 años el país se ha convertido en una gran base de la industria manufacturera profundamente integrada en la cadena de suministro global con una tasa de crecimiento anual promedio de más del 13 por ciento desde 2007.
Destacó que el interés de las empresas multinacionales en Vietnam ha aumentado considerablemente gracias a factores como los costos competitivos y las políticas de apoyo a la inversión foránea.
Por su parte, la agencia de calificación estadounidense S&P Global Ratings afirmó que Vietnam seguirá disfrutando de un fuerte crecimiento económico y que los retos del sector financiero no debilitarán significativamente el sólido balance del gobierno.
La organización afirmó que la nación sudesteasiática sigue siendo un destino atractivo para la inversión extranjera, sobre todo en el sector manufacturero, ya que las empresas continúan diversificando sus operaciones en la región.