Esta, la primera visita de Brownlee a Vietnam desde que asumió el cargo, acaece en un momento de gran relevancia: el 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países, un hito memorable en su camino compartido hacia el desarrollo.
Vietnam y Nueva Zelanda formalizaron sus vínculos el 19 de junio de 1975. A lo largo del medio siglo, generaciones de dirigentes y ciudadanos han perseverado en sembrar semillas de amistad que hoy se han convertido en árboles perennes.
La confianza política entre los dos países ha ido consolidándose a través de visitas y contactos de alto nivel, así como mediante los mecanismos de cooperación como la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores, la Consulta política entre el Ministerio de Relaciones Exteriores de Vietnam y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio de Nueva Zelanda, el Comité Mixto sobre Economía y Comercio, y el Diálogo sobre Estrategias de Defensa.
Nueva Zelanda concede una permanente importancia a los nexos con Vietnam por considerarlo un actor clave en su política exterior hacia la región de Asia-Pacífico.
Los nexos binacionales fueron elevados al nivel de asociación estratégica integral en febrero de 2025, en el marco de la visita oficial a Vietnam del entonces primer ministro neozelandés, Christopher Luxon. Esa ha sido una apreciable impronta de los últimos 50 años de acompañamiento. La decisión marcó una nueva etapa de cooperación entre ambos países, con visiones estratégicas a largo plazo.
Tal sólida confianza política ha servido de base para numerosos frutos de cooperación binacional. Vietnam es el duodécimo mayor socio comercial de Nueva Zelanda, con transacciones en constante aumento. En la primera mitad de 2025, el intercambio de bienes ascendió a 737,2 millones de dólares estadounidenses, es decir, un 18,8 por ciento más que el año anterior.
El país oceánico invierte en 57 proyectos en terreno vietnamita con un respaldo de 208,6 millones de dólares estadounidenses. Los principales sectores destinatarios de estas inversiones son la educación y la formación, la industria de procesamiento y manufactura, la agricultura, la silvicultura, la acuicultura y la construcción.
Wellington brinda a su socio indochino una asistencia oficial para el desarrollo que aumenta cada año, principalmente en materia de agricultura, educación, adaptación al cambio climático y estudio de variedades de arroz resistentes a la sequía en el delta del Mekong.
También ha expresado su solidaridad donando 170 mil dólares neozelandeses (NZD) a Vietnam cuando las inundaciones azotaban su región central en 2020, 30 mil dosis de la vacuna AstraZeneca para hacer frente a los estragos del Covid-19 en 2021 y dos millones de NZD para la etapa posterior a la pandemia. Recientemente, financió con un millón más la superación de las consecuencias del tifón Yagi en el país indochino.
Entre las áreas destacadas de colaboración bilateral figura la educación. Ambas partes han firmado el Plan de Asociación Estratégica Vietnam-Nueva Zelanda sobre Educación para el período 2023-2026.
La nación insular asiste en la formación de inglés para empleados públicos de Vietnam desde 1992, así como mantiene la concesión de becas para sus estudiantes. En febrero de este año, anunció un total de 98 plazas al año para vietnamitas interesados en cursar bachillerato, grados y posgrados en tierra neozelandesa.
Otro ámbito importante de las relaciones bilaterales es la cooperación parlamentaria. Con numerosos hitos, los vínculos entre los dos cuerpos legislativos no dejan de fortalecerse.
La firma de un acuerdo de colaboración en diciembre de 2016 sentó las bases jurídicas para las actividades bilaterales. En su XV legislatura, la Asamblea Nacional de Vietnam fundó el Grupo Parlamentario de Amistad Vietnam-Nueva Zelanda.
La estrecha coordinación entre Hanói y Wellington se extiende al plano regional e internacional, en escenarios como la Unión Interparlamentaria, la Alianza Interparlamentaria de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y el Foro Parlamentario Asia-Pacífico.
La visita oficial del jefe del Parlamento neozelandés refleja la importancia otorgada por el Estado oceánico al papel, al estatus y al prestigio de Vietnam en la región y la palestra internacional.
Dando la bienvenida al dirigente legislativo de Nueva Zelanda poco después de la elevación de las relaciones binacionales, Vietnam sigue materializando las orientaciones de cooperación acordadas por líderes de los dos países. En concreto, se trata de profundizar los nexos de comercio, inversiones, seguridad-defensa, educación, agricultura y respuesta al cambio climático.
La estancia de Brownlee también facilita el afianzamiento de los nexos entre Vietnam y Nueva Zelanda por vía de la diplomacia parlamentaria, así como el intercambio de experiencias entre sus poderes legislativos en la formulación de leyes y la fiscalización de la ejecución de políticas y normas, en beneficio del desarrollo de ambos países.